Libertad en América
A veces Catita se subleva. Pero es genial incluso en su sublevación.
– Catita, ayúdame a llevar este plato sucio a la cocina…
Me mira con el ceño fruncido y, refunfuñando, se lo lleva a la cocina mientras exclama con indignación:
– ¡Pensé que había libertad en América!
(Foto de Phil Shaw, bajo licencia Creative Commons)
Jajajaja. De sublevada a feminista de empuje hay sólo un paso, ¡ten cuidado!
Lo sé Mòmo, y me da mucho miedo.