La culpable de los robos de identidad
Fuentes confidenciales me acaban de revelar quién es la responsable de todos los robos de identidad que ocurren en Internet. El problema está cuando introducimos nuestra dirección de correo electrónico. Y me explico con un caso concreto:
Usted quiere comprarse un televisor de plasma de 194 pulgadas. Para hacerlo, tiene que rellenar un formulario con todos sus datos, entre ellos su dirección de e-mail, por ejemplo, perengano@yatengopantalladeplasma.com. Pues ahí está el problema, en la «@», porque A roba.
Este blog es obra de Allendegui, un periodista navarro que emigró hace más de una década para hacer las Américas, y todavía no las ha terminado. Sus anacrónicas hablan por sí mismas, después de intensas sesiones de logopedia. También han ganado premios, como el 
Arrobado me tienes.
Pues de este tipo de historias puedo escribir por arrobas.
Quiero ser la arroba de la ilustración.
Eres un arrobante.
Arrobíllate para escribirme algarrobo
nota al comentario anterior:
Puedes poner una coma antes de algarrobo. O arrodillarte para llamarme algarrobo. Si lo haces, mánda una foto que atestigüe.
Por cierto, cuando un servidor de Internet te impide enviar un correo electrónico por exceso de tamaño, no es por culpa de los archivos adjuntos, sino de la arroba, ya que una arroba equivale a 11,502 kilogramos.
No tengo ninguna foto que lo atestigüe, así que me veré obligado a arrobarla.