Desde aquellos ya olvidados años 90 en los que veíamos los primeros móviles, aquellos teléfonos sin cables que despertaban tanto nuestra curiosidad, hasta ahora, el sector de la telefonía móvil ha sufrido una gran transformación. Ha llovido mucho, se han dado fusiones y conversiones de compañías y las tarifas móviles baratas empiezan a imperar y mandar en el mercado.
Quizá, erróneamente, se ligaba calidad con precio. Ahora esa asociación está ya obsoleta, en la cabeza de muy pocas personas. Quitando algunas zonas en las que la cobertura parece que sigue sin llegar aun estando en el siglo XXI, engrandando la brecha entre lo rural y lo urbano, lo cierto es que ahora los consumidores se decantan por una compañía u otra por precio, sí, pero también por trato y cada vez más.
Los grandes gigantes de la telefonía, Vodafone, Orange y Movistar, actualmente se encuentran menos solos en el mercado y miran de reojo a las compañías surgidas en los últimos diez años que están, hoy por hoy, revolucionando el mercado, marcando las tendencias en precios y en fórmulas de tarificación, contratos de servicios y trato, porque han sabido entender qué necesidades seguían sin estar cubiertas y cómo poder ofrecerse como alternativa a las empresas grandes.
Son las denominadas tradicionalmente low cost, pero están dejando ser una excepción: Lowi, Digi, Telecable, YoOigo, Simyo, PepePhone…algunas pertenecen a grandes grupos, como Simyo que es la marca low cost de Orange, una estrategia seguida también por las otras dos compañías que han decidido adaptarse al mercado y crear sus propias soluciones que obedezcan a modelos, tarifas y planes más flexibles.
En este sentido, es, precisamente, hacia la flexibilidad donde están apuntando las low cost y hacia donde parece ir el mercado. Así pues, se están presentando tarifas que cada usuario puede personalizar en cuanto a megas, minutos de voz y mayor posibilidad de conectividad con otros usuarios de la misma compañía.
El compromiso de permanencia ha sido, por otro lado, casi lo primero en romper las low cost, primando la libertad del usuario y éste, a su vez, ha sabido responder con una cierta y tímida fidelidad.
Asimismo, gracias a internet y los comparadores que existen, el usuario puede acceder a la información actualizada sobre las distintas tarifas de las compañías, elegir la que más le compensa, algo que antes no pasaba, ya que para informarse de los distintos planes el usuario tenía que llamar, una por una, a todas las empresas y hacer el estudio comparativo.
La telefonía móvil ha vivido muchos cambios y, sobre todo, en los últimos años con la incorporación y consolidación de internet. El teléfono que recordamos de los 90, que sólo permitía llamar, pasó a la historia hace mucho. Ordenador, lector de música, reloj, calculadora, televisión, cámara de fotos,…si se piensa con detenimiento el teléfono móvil ha cambiado nuestra forma de hacer las cosas, de usarlas, de relacionarnos con ellas y con la sociedad y se espera que siga haciéndolo porque la tecnología sigue avanzando cada vez más deprisa, de forma imparable.
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