Abr 202017
 

luggage-638376_1280Mudanzas, traslados de ciudad, sustitución de muebles…a lo largo de los años, vamos acumulando objetos que, en muchas ocasiones, ya no encuentran su lugar en nuestra vivienda habitual, pero que, sin embargo, no queremos desechar. Para esta situación, los trasteros en alquiler son la mejor opción, sobre todo si no se dispone de uno propio en el edificio.

Madrid cerraba junio de 2016 con 6.442.356 habitantes, un incremento de 41.194 personas respecto al año anterior. La capital de España se caracteriza por una gran densidad de población. La actividad económica, la concentración de empresas, nacionales y multinacionales, así como la oferta de trabajo que se diferencia respecto a otras comunidades autónomas, hacen que cada año muchas personas tengan que abandonar sus ciudades de origen, hacer la maleta y marchar a trabajar a Madrid. Personas jóvenes, y quizá ligeras de equipaje que comienzan la vida compartiendo piso, pero también familias enteras por un ascenso o una nueva oportunidad.

Para esta segunda tipología, contar con un trastero para almacenar lo que no tiene cabida en la vivienda alquilada – sobre todo si se tiene en cuenta la diferencia de precios de los alquileres entre la Comunidad de Madrid y otras comunidades autónomas -, representa una solución que evita la venta poco meditada de los enseres y que, por tanto, provoca pérdidas económicas y malestar; o tener que desechar sin estar del todo seguro, sólo obligados por la celeridad y la falta de espacio con la carga emocional que ello supone, dependiendo del tipo de objetos que ya no encuentran lugar en el nuevo y actual espacio.

Los trasteros pueden tener distintas dimensiones, adaptándose a las necesidades de cada cliente o cada familia, cerrando un contrato específico que responda a la situación concreta, en cuanto a superficie o tiempo de alquiler. Además, al poder elegir entre las diferentes zonas de la ciudad, siempre se podrá decidir una ubicación cerca de la vivienda, sobre todo si es por un momento puntual y se tiene previsto necesitar lo que está allí almacenado. En este sentido, algunas compañías de alquileres facilitan el acceso a los inquilinos todos los días, a través de una llave propia y un código personal e intransferible, importante para velar la seguridad, ya que muchos trasteros disponen de altos equipos de vídeo vigilancia y medidas antirrobo para evitar cualquier tipo de incidencia.

Pero no sólo muebles de casas u objetos personales, también las empresas son clientes de este tipo de locales. Los motivos: cambios de oficina, mobiliario adquirido en un momento puntual y del que no se hace uso salvo en escasas ocasiones – como celebraciones, eventos, etc. – o material y equipos que se han quedado obsoletos pero pueden aún tener una segunda vida y pasan en el trastero su etapa de transición.

Por otro lado, además, algunas compañías en la ciudad de Madrid ofrecen servicio de furgoneta gratis para el primer traslado, algo que ayuda bastante a la hora de poder afrontar una mudanza, sea de oficina o de vivienda, que, generalmente, puede causar mucho estrés, según los expertos, tanto físico como psicológico.

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