Quizás sea deformación profesional, pero no me puedo sentar a ver un informativo de televisión sin desactivar mi detector de errores, tanto visuales como textuales. Encendí la tele casi por accidente y caí en el telediario de las tres de la tarde de la 1 de TVE. Juande Ramos en conferencia de prensa. Dice algo así como que si el próximo presidente del Real Madrid «quiere que yo siga siendo presidente, seré presidente». Me froto las orejas y pienso que es mi aturdimiento matutino el que me hace escuchar frases surrealistas (por diferencia horaria aquí son las 9:40 de la mañana).
Continúa el informativo. El presentador, Sergio Sauca, dice que el Real Madrid se va a enfrentar «al Osasuna de José Antonio Camacho, otro de los madridistas hasta la médula fagotizados (sic) por el club en la época reciente«. Observo el fondo de mi taza de café y me cercioro de que es café, y no licor café o aguardiente lo que contiene, y empiezo a imaginar a gente vestida de blanco tocando el fagot con gran desafino.
Y cuando estaba a punto de apagar, otro desatino. Como podéis ver en la fotografía. Unai Emery entrenador del Villarreal. No me había enterado de ese traspaso relámpago. ¿Dónde estará ahora Pellegrini? Por eso hay que estar siempre pendiente de la televisión y las noticias de última hora.
Por cierto, ¿Qué pensarán los argentinos de que un Boluda sea el presidente del Real Madrid? Los mexicanos seguramente se pregunten dónde tiene las protuberancias y los salvadoreños estarán de acuerdo en que su apellido le viene que ni Pintado.