Escrutinio
De aquellas clases de educación sexual en el colegio, a JR lo que más le llamó la atención fue la palabra escroto. Le hizo mucha gracia. Quizás nunca la había oído, o le sonaba graciosa, o qué se yo. El caso es que iba por los pasillos pronunciándola con regocijo, como quien canta una melodía pegadiza. Para él esa palabra era el paradigma de conocimiento en materia sexual. Pues así, con ese orgullo, JR iba por el colegio, con una insultante seguridad. Entonces se topó con un niño de los cursos inferiores, lo detuvo y le espetó la pregunta que no podía reprimir:
– ¿Sabes qué es el escroto?
Lo que JR nunca esperó fue la respuesta de aquel chiquillo.
– La funda de los cojones.
Ahí, ahí. En los límites. Cojonudo. Qué descojono. Y qué envidia. Me hubiera gustado escribirlo a mi.
Si quieres puedes escrobirlo tú también. Te lo comparto.
Es una de mis palabras favoritas. ¡Escroto, escroto, escroto! Irresistible.
Guárdame un secreto: pronto publicaré un reportaje en el que aparece tres o cuatro veces la palabra escroto. Mis secretas satisfacciones…
Sí, estoy de acuerdo Ander. Es irresistible. Por eso tuve que escribir ese post. Guardaré el secreto celosamente. Nadie se va a enterar. Si puede aparecer cuatro veces, mejor que si son tres.