La emoción
(Foto de Abuela Pinocho)
Abrió nerviosamente el periódico, directamente en la página del número ganador de la lotería. Tenía las manos sudadas. En una de ellas el boleto; en la otra el periódico todo arrugado. Casi tiritando, verificó una a una las cifras. Coincidían todas. Todas. Se le aceleró el corazón. Había ganado 17 millones. Pero la emoción empezó a embargarlo, comenzando por su casa, su coche y finalmente el premio que acababa de ganar… hasta quedarse sin nada.
Carcajada.
Otra.
Sin embargo…
Por eso yo no compro loterías. Porque al final te quedas sin nada, completamente embargado.
Vaya, creo que conozco a ese tipo. El otro día me dijo que le prestara atención y aún no me la ha devuelto. Ahora sé el por qué.
un chiste camuflado bastante bueno, que lástima que la realidad embargue a la ficción.
Yo tambien guardo un boleto de la loteria, el nº 20408 ¿porqué? Por que el 20 del 4 del 08 mi novia me dijo que se queria casar conmigo.
Saludos.