El argumento boomerang
- FOTO DE Paleontour
Catita intenta convencerme para que le compre una chuchería que acaba de ver anunciada en la televisión.
– Papi, ¿me comprarás un Push-Pop? Me gustan mucho.
– Catita, ¿pero si nunca has probado uno? ¿Cómo puedes decir que te gustan?
– Papi, yo sé que me gustan.
– Ah, bueno. Y cuando te lo compre, ¿me compartirás? A mí también me gustan.
– Papi, ¿Cómo sabes que te gustan si no los has probado?
No hay duda de que su futuro es la presidencia.
Razonar con enanos es tarea de titanes. Yo con la mayor aún puedo, pero la pequeña es tan mentirosa y ocurrente (y buena actriz) que te deja sin argumentos.
Como siempre se acatarra, le tengo prohibido andar descalza, y en esto que la merienda que tenía encima de la mesa desapareció.
– «Raquel, ¿y la merienda?»
-«La estoy comiendo»
– «Pues has ido descalza, que las zapatillas están aquí»
-«No mami, fui volando»
-«Tú no vuelas»
-«Que no me hayas visto no quiere decir que no sepa; yo nunca te he visto tener hijos y tienes dos»
La criaturita tenía cuatro años, yo 39. Aún no sé que responder.
Titajú, ¿quién puede rebatir semejante argumento?
Estas dos ninias van directo a la Facultad de Filosofia y luego a la de Ciencias Politicas… que futuro!!
Si esas dos hacen derecho y se les da por defender a los malos, pobres de nosotros.
En dos años pondrá su propio blog, y todo irá barranca abajo.
Anonetoy, eso sería ablogminable.
Como diría mi abuela, «estos rapaces son o demo».