Archivos por etiqueta: Catita

Si no fuera por mi suegro…

Una vez más, Catita en una conversación profunda con Olivia en el coche camino del colegio.

– Olivia, mi abuelo tiene una fábrica de plásticos, dice Catita toda orgullosa.

– ¿Ah sí? ¿Y qué fabrica?, pregunta Olivia.

– Tapas para el baño.

– ¿Tapas para el baño? mmmm.

– Sí… Y si mi abuelito no viviera, todos tendríamos que mear en latas.

Catita, editora de la revista Time

Acabo de encontrar en la cocina este ejemplar de la revista Time. En la portada aparecen unos sonrientes Barack Obama y Ronald Reagan. El titular dice: «Why Obama loves Reagan». Un momento. ¡Hay unas palabras escritas a bolígrafo entre el «Why» y el «Obama»!  Alguien insertó un «does» escrito a mano. ¿Quién habrá sido?, me pregunto. Investigo un poco. No fue Catalina. Tampoco fui yo. Andrea no sabe escribir. Así que tuvo que ser Catita. Pero no me lo creo.

– Catita, ¿tú escribiste en la portada de Time?

Me mira algo atemorizada. Quizás piensa que le voy a castigar. Pero finalmente lo admite.

– Sí papi, fui yo. Pero es que estaba mal escrita. No se dice «Why Obama loves Reagan» sino «Why does Obama love Reagan?».

Me río y me siento orgulloso a la vez porque, aunque la expresión en la portada de Time es correcta, mi hija se estrenó como editora de una de las revistas más famosas del mundo.

¿Estudias o trabajas?

Foto de Saar

Foto de Saar

Con un gesto visiblemente contrariado y algo de indignación, Catita aborda a Catalina. La mira fijamente:

– Mamí ¡Qué suerte tienes! Ni trabajas ni vas al colegio.

El burro delante

Foto de h.koppdelaney

Recuerdo cómo mi madre me corregía cuando, de niño, decía: «Yo y Alberto», o «Yo y Javi». La reacción era inmediata: «El burro delante para que no espante».

Ahora, esa labor me toca a mí con Catita. Pero los niños de hoy han espabilado un poco.

– Papi, Yo y Andrea…

– Catita, el burro delante para que no espante.

– Tienes razón papi. Andrea y yo… ¡Andrea, burra! ¡Andrea, burra!

¿Qué es un virus?

Foto de Assbach
Foto de Assbach

Los diálogos matutinos entre Catita y Olivia camino al colegio son para enmarcar. Hoy se pusieron a hablar de virus.

– Olivia, mi amigo Nathan está muy enfermo. Tiene un virus.

– ¿Un virus? ¿Qué es un virus?, pregunta Olivia.

– Un virus es algo muy malo que destruye todo lo que tienes en tu computadora, responde Catita con gran aplomo.

– Ahhh, ¿y te sientas cerca de él?, interroga Olivia preocupada por un posible contagio.

– Sí, me siento a su lado. Pero no le toco.

Perros «made in China»

Foto de Telstar Logistics
Foto de Telstar Logistics

Catita y Olivia van hablando de sus cosas en el asiento trasero del coche camino al colegio.

– Mi muñeca favorita está hecha en China, y su ropa también, dice Olivia.

– ¿En China?

– Sí, de hecho todos mis juguetes y mis cosas están hechos en China…

Catita hace una pausa; se queda pensativa. Y luego la pregunta.

– ¿Y tu perra Maya, también está hecha en China?

El 11-S y las generaciones futuras

El sábado se cumplieron nueve años de los atentados del 11 de septiembre, un acontecimiento que cambió el mundo y marcó de forma indeleble a un país. Lo que ocurrió aquel día es ya parte de la historia de Estados Unidos y como tal se explica en los colegios, empezando por los más pequeños.

Catita, que acaba de cumplir 6, me contaba el viernes lo que le habían enseñado en clase. Me habló del «11 de septiembre» como el día «en que empezó la guerra» y me mostró una tarea en la que resumía, a su modo, lo que les había dicho la profesora.

«Querido Dios», empezaba el texto.

«Hoy aprendimos sobre las torres gemelas que se estrellaron porque los aviones fueron capturados por los tipos malos y hubo un incendio el 11 de septiembre».

Y luego me contó que otro de los aviones se estrelló en Pensilvania, «donde vive mi amiga Grace, ¡qué horror! Pobre Grace».

Supongo que conforme vaya creciendo, el relato irá perfeccionándose, se agregarán detalles e irá perdiendo esa ingenuidad propia de una clase de primero de primaria, y entonces le contaré cómo aquel día su padre le informaba al mundo del peor atentado terrorista de la historia.

Andrea se quiere casar…

Andrea y Catita hablan de matrimonio.

– Andrea, ¿tú te quieres casar con Artu?

– No, me quiero casar con papi, responde Andrea, que todavía tiene dos años.

– Pero Andrea, papi ya está casado, le aclara Catita.

– ¿Con quién?

– … Pues con mamiiii…

– Ahhhh.

Confirmado: soy chino

(Foto de Yewenyi)

Hoy estaba en el parque jugando con mis hijas y se me acercó un niño rubio como el oro. Nos había oído hablar. Me miró fijamente y me preguntó:

– ¿Hablas chino?

La pregunta me desconcertó. Cavilé un segundo. Le contesté que no, «no hablo chino». Pero me quedé pensando si, en realidad, yo debería hablar chino. Cuentan que los niños siempre dicen la verdad, así que quizás sí hablo chino y todavía no me había cuenta.

Nada más llegar a casa, lo primero que hice fue mirarme en el espejo. Tenía los ojos rasgados y la piel azafranada. Empecé a hablar y no entendía nada de lo que decía. Aquel niño tenía razón. Hablo chino.

Las sobras de lo que no sobra

(Foto de JshJ)

Catita daba los penúltimos bocados  a un inmenso plato de espagueti con albóndigas. Su cara denotaba que no podía más.

– Catita, ¿quieres que te guardemos lo que sobre?

– Papi, lo que sobre me lo voy a comer ahora.