Andrea Monroe
Andrea correteaba por la sala hasta que repentinamente sintió cosquillas en la pierna. Era el aire acondicionado que salía de una rejilla. Se quedó allí quieta un buen rato, inmóvil, picada por la curiosidad hasta que el vestido se le infló. Catalina se dio cuenta y me dijo: ¡Mira, como Marilyn Monroe!
que alegría de niñas…
Andrea a es genial!
Bueeeno… ¡pero Andrea es más guapa!