ADN de la nada
Así, como de la nada, se le ocurrió hacerse una prueba de ADN. Así, como de la nada, se encontró la solución en un guardarraíl.
Así, como de la nada, se le ocurrió hacerse una prueba de ADN. Así, como de la nada, se encontró la solución en un guardarraíl.
La pena es la cantidad de ADN de motoristas que tienen los puñeteros guardarrailes.
Abrazos
Estoy de acuerdo contigo FuturoBloguero.
Me recuerda al chascarrillo que decía que a Jean-Marie Le Pen le habían encontrado sangre árabe. Sí, en el parachoques.
Sí, o en el congelador…