De Pamplona a Mumbai pasando por Facebook

En medio de la vorágine de los ataques de Mumbai de la semana pasada, buscamos desesperadamente a alguien que nos contara algo desde el lugar de los hechos. Pudimos hablar con algunos de los españoles que lograron ser evacuados, pero una vez se fueron de Mumbai nos quedamos sin testimonios desde la ciudad. En un ejercicio de aleatoriedad sin cortapisas, escribí «Mumbai» en la caja de búsquedas de Facebook, como un burro haciendo sonar una flauta, buscando a alguien que sabía que no existía. La lista de resultados era completamente inservible. Fui recorriéndolos uno a uno, riéndome con alguno de ellos, como «Mumbai food», «Gold Gym Mumbai» o «Maharaja Mumbai»… hasta que topé con «Kevin de Souza». No lo podía creer. Kevin y yo fuimos compañeros de carrera en la Universidad de Navarra. En su perfil pude ver que vivía en Mumbai e incluso proporcionaba su número de teléfono móvil. Probé suerte. Lo llamé.

– Kevin, soy Allendegui.

– Tío, Allendegui. ¿Cómo estás? Cuánto tiempo.

Me alegró mucho escucharle. Sobre todo constatar que seguía vivo, que no había sido víctima de uno de los balazos de los terroristas, que no era uno de esos cadáveres encharcados en sangre que había visto en las imágenes de televisión. Me contó que aunque no le tocó la masacre directamente, sí hubo dos amigos suyos que pasaron momentos muy angustiosos en el Hotel Taj Mahal.

Con uno de ellos había quedado de verse ese día, pero nunca acudió a la cita. Los terroristas tomaron el hotel y quedó atrapado. Se comunicó a través del teléfono móvil, utilizando SMS, y Kevin lo acompañó durante seis horas interminables, con mensajes de ánimo y sobre todo oraciones, muchas oraciones. Finalmente su amigo logró escapar de madrugada.

Otro amigo de Kevin trabajaba en el Taj Mahal. Contaba que cuando comenzó el ataque, salió corriendo detrás de otros seis compañeros por uno de los pasillos del hotel hasta que un terrorista los interceptó. Los empezó a ametrallar y fueron cayendo uno tras otro, pero él se salvó. Por alguna razón, el terrorista dejó de disparar cuando era el único que quedaba vivo. Se encontró cara a cara con la muerte, pero le hizo un quiebro, y lo pudo contar. Algo que no podrán hacer los padres del pequeño Moishe.

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Una respuesta para “De Pamplona a Mumbai pasando por Facebook”

  1. J. 3 diciembre, 2008 a las 18:00 #

    impresionante.