Abr 152020
 

Nos encontramos en un momento de crisis económica causada por la pandemia del coronavirus. No obstante, la economía y las finanzas continúan su curso y, con el tiempo, la recuperación económica será una realidad. Por este motivo, los negocios intentan mantener su actividad en la medida de lo posible, realizando sus tareas normales y conservando el contacto y la relación con sus clientes.

Además, hay que tener en cuenta que cada crisis representa una oportunidad y que, pese al recorte del PIB que se espera en la economía mundial, este puede ser un momento oportuno para ampliar nuestro negocio. Para ello, el alquiler de naves logísticas puede resultar un paso positivo para expandir nuestra empresa. De este modo, contaremos con el espacio y la posibilidad de organización pertinentes. Con todo, en función de las características y particularidades de nuestro negocio, tal vez lo que necesitemos sea otra tipología de nave.

Diferencias entre naves industriales, logísticas y comerciales

Generalmente, las naves industriales son aquellas donde se producen o almacenan los productos de alguna empresa, mientras que las naves logísticas son aquellas reservadas estrictamente al almacenamiento, la planificación, ejecución y control de los productos que posteriormente se distribuyen y se entregan a los clientes. Por el contrario, las naves comerciales son aquellas donde los clientes pueden adquirir los productos directamente.

Así, debido a sus características, las naves logísticas suelen presentar unas dimensiones superiores, así como muelles o portones elevados para facilitar la carga y la descarga de productos. De este modo, aunque las naves industriales y comerciales también pueden presentar estas particularidades, normalmente cuentan con un tamaño más reducido y uno o dos portones para el acceso y realizar la carga y descarga.

Sin embargo, especialmente en el caso de las naves industriales, en algunos casos estas llegan a albergar todo el proceso de producción, por lo que en ocasiones constituyen verdaderos complejos industriales en sí mismas.

Consejos básicos para elegir una nave

Hoy en día, en el mercado de alquiler, hay un buen número disponible de naves comerciales en Madrid y otras tipologías de naves. No obstante, antes de elegir una nave definitiva, es recomendable tener en cuenta una serie de consejos que resultarán de utilidad a la hora de adoptar una decisión.

En primer lugar, habrá que tener presente el volumen de la inversión que podemos realizar. En este sentido, cabe ser realistas y no sobredimensionar nuestras posibilidades. Para ello, será necesario valorar tanto la salud de las finanzas actuales como las previsiones de crecimiento a corto y medio plazo.

Además, también será relevante atender a la localización de la nave, ya que no tendrá sentido escoger una ubicación demasiado alejada de nuestros proveedores o de los servicios y suministros básicos. De la misma forma, también tendrá importancia tener en cuenta la accesibilidad de la localización escogida, principalmente para proveedores y trabajadores. En este sentido, deberemos valorar las vías de acceso disponibles, así como la existencia de líneas de transporte público entre los núcleos urbanos y la nave alquilada.

Otro aspecto que deberá ser valorado será el tamaño de la nave, en función del tipo de actividad que se realice y del volumen de almacenaje requerido. En este sentido, no habrá que tener en cuenta únicamente la situación actual de nuestro negocio, sino que también será interesante analizar las perspectivas de futuro que se nos presentan a medio y largo plazo.

Del mismo modo, antes de firmar ningún contrato, deberemos evaluar las obras de acondicionamiento que deberemos realizar antes de poner en marcha nuestro negocio en esas instalaciones. Con este objetivo, habrá que observar las condiciones en las que se encuentra cada nave, además de las adquisiciones de material o mobiliario que tendremos que realizar para desarrollar nuestra actividad adecuadamente.

Asimismo, será interesante averiguar cuáles son los sistemas de seguridad presentes en cada nave. Esto incluye, entre otros, tanto sistemas antirrobo como antincendios. De esta manera, no solo nos aseguraremos de que nuestro negocio goza de unos niveles de seguridad adecuados sino también de la adquisición de un seguro mucho más económico.

La cubierta será, igualmente, otro de los aspectos que deberemos analizar antes de alquilar una nave. Así, aunque normalmente las paredes suelen presentar un buen estado, las cubiertas de las nueves suelen ser las zonas que presentan mayores problemas de conservación. Por esta razón, es aconsejable asegurarse previamente de su buen estado, ya que las obras de mantenimiento acostumbran tener un precio bastante elevado.

Todos estos aspectos deberán ser evaluados según la función que le daremos a nuestra nave, es decir, si esta funcionará más como un lugar de actividad logística o comercial. Por esto, se deberá analizar atentamente cuál es la normativa municipal y urbanística que estipula que tipo de actividades pueden ser desarrolladas en cada localización. El aspecto legal puede parecer embrolloso, pero es fundamental para mantener nuestro negocio dentro de los marcos establecidos por la legislación.

Finalmente, es recomendable estudiar atentamente el contrato antes de firmarlo, así tendremos claro cuáles son las condiciones exactas de nuestro alquiler. En este mismo sentido, será importante tener en consideración las condiciones de prorrogación del contrato, ya que cambiar asiduamente de nave supone un gran obstáculo para el buen desarrollo de nuestro negocio.

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