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Como su propio nombre indica, se trata de un objeto en forma de copa que se introduce en la vagina durante la menstruación y que retiene en su interior el flujo menstrual. La capacidad de las copas varía según el modelo y fabricante pero aseguran un periodo de entre 10 y 12 horas sin que haya necesidad de vaciarlas.
La copa menstrual es muy sencilla de utilizar, se introduce plegada en la vagina, recuperando una vez introducida su forma, de tal modo que es capaz de retener el líquido en su interior. No es porosa, absorbente ni fibrosa, por lo que no araña ni seca las paredes vaginales. Para extraerla simplemente hay que tirar suavemente de un pequeño apéndice que se encuentra en la base de la copa y extraerla con cuidado.
Si atendemos a su modo de uso existen dos tipos básicos de copas, las desechables y las reutilizables. Dependiendo del modelo, las reutilizables, con el mantenimiento adecuado (lavarlas bien después de cada uso y esterilizarlas en agua hirviendo cuando acabe el periodo), pueden durar hasta 10 años. Las desechables están pensadas para un solo periodo y deben descartarse al terminarse el mismo.
En cuanto a los materiales con los que están fabricadas, ahora mismo coexisten en el mercado varios tipos de copas: látex, silicona y polímeros quirúrgicos. Las primeras copas que se empezaron a fabricar, a finales de los años 80 en Estados Unidos fueron de látex, hoy en día la tendencia es a fabricarlas en silicona o en otro tipo de polímeros por los peligros de alergias que genera el látex.
Las copas menstruales están disponibles en varios tamaños, normalmente 4, que corresponden a las siguientes tallas:
- Pequeña. Diseñada para mujeres menores de 18-20 años que no mantengan relaciones sexuales. Suelen tener un diámetro aproximado de 38 mm, una longitud de 45 mm y con una capacidad de 23 ml.
- Talla M o mediana. Con un diámetro de 41 mm una longitud de 48 mm y una capacidad de 28 ml
- Talla L o grande. El diámetro es de 44 mm, la longitud de 51 mm y la capacidad de 34 ml.
- Talla XL o extragrande. El formato más grande, con un diámetro de 47 mm, una longitud de 56 mm y una capacidad de 42 ml.
Entre las principales ventajas que ofrecen las copas, podemos destacar:
- Higiene: Las copas fabricadas en silicona o polímero quirúrgico no están relacionadas con el síndrome de shock tóxico como los tampones. En general son más higiénicas que las compresas y evitan infecciones que pueden estar asociadas al mal uso de las mismas.
- Comodidad: al tener entre 10 y 12 horas de utilización, las copas tienen que vaciarse menos veces al día de lo que supondría cambiar los tampones o compresas.
- Economía: si se usa frecuentemente el gasto es mucho menor ya que una copa puede durar hasta 10 años.
- Ecología: El uso de copas menstruales no contamina, como los tampones y compresas que están hechos de materiales no biodegradables. Su alta duración reduce su impacto ecológico frente a la utilización de toallas o tampones. Los mayores impactos ambientales de estas copas residen en su fabricación, la energía necesaria para su esterilización y el consumo de agua para su limpieza.
En definitiva, se trata de un producto sencillo de utilizar, que aporta seguridad a las mujeres que lo usan y con un coste muy ajustado.
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