May 072018
 

Son muchos los adultos que continuamente señalan las matemáticas como una asignatura difícil para la que nunca han tenido talento. Este tipo de posturas son productos de prácticas inadecuadas de enseñanza. La buena noticia es que no hay edad para aprender matemáticas.

Numerosos estudios así lo demuestran. La dificultad y rechazo hacia las matemáticas no provienen de condiciones físicas. Son las prácticas de aprendizajes inadecuados los responsables del rechazo general de niños y adultos hacia el estudio de los números.

Los factores que pueden afectar el aprendizaje están mayormente vinculados al entorno y las emociones generadas durante el proceso de aprendizaje. Así, el temor a las matemáticas puede transmitirse por medio de comentarios como “yo nunca fui bueno” o  “nunca se me dieron bien”.

Sin darse cuenta, los padres transmiten su ansiedad a los números a los más pequeños. Del mismo modo, los profesores con malas experiencias en las matemáticas pueden generar inseguridad en torno a esta asignatura. En ambos casos, el fenómeno se da de manera inconsciente pero contundente.

Así, de acuerdo con profesores y especialistas en el tema, el momento más apropiado para aprender matemáticas es ahora y la edad más conveniente es cualquiera. Pues, aprender matemáticas es un asunto de compromiso y perseverancia más que de edades o momentos.

Miedo a las matemáticas

La fobia a los números y a las matemáticas es tan real como el miedo a las alturas. Este temor puede deberse a muchos factores. Sin embargo, es la preconcepción de las matemáticas como una asignatura terrorífica e incomprensible lo que más daño ha generado.

El miedo a las matemáticas, como muchos otros es un miedo infundado. Ni los números, ni la aritmética, ni el álgebra pueden generar daño alguno. Pero esto no evita que las personas manifiestan síntomas físicos y mentales cada que se les presenta un problema matemático a resolver.

Quizás el origen del miedo hacia la matemática, provenga de su sistema dual de verdadero o falso. Pues, la matemática a diferencia de otras ciencias admite una sola y única solución correcta. Esto hace que la presión sobre la respuesta que se da sea mayor. Por ello, materias como la geografía o la literatura generan menos estrés en las personas.

Por otra parte, se ha demostrado que la fobia a los números se presenta más intensamente cuando se debe resolver un ejercicio frente a los demás. El temor a equivocarnos frente a otros puede generar elevados niveles de ansiedad.

Esto genera un círculo vicioso. La ansiedad nos hace fallar, validando la creencia de que somos malos en matemáticas.

Consejos para mejorar las habilidades matemáticas

No importa que edad tengas, a que te dediques o incluso si tienes aversión por las matemáticas. Si decides hacer frente a los números seguro lograrás grandes avances en tus habilidades numéricas.

Deja a un lado las excusas. Las matemáticas no son tan difíciles como crees. No hay limitaciones para aprender sobre ellas. Todos tenemos la capacidad de entenderlas.

Si aún no te has convencido, puedes seguir estos simples consejos para conseguir progresos notables en nuestro entendimiento matemático.

1. Sin miedo a equivocarnos

Estudios realizados en las últimas décadas han revelado que el cerebro puede aumentar o disminuir. Así, ciertas actividades permiten al cerebro humano incrementar su capacidad. Una de estas actividades son las matemáticas.

Lo curioso es que el mayor desarrollo se da cuando nos equivocamos en alguna operación matemática. Pues, aprender del error matemático lleva a la mente a pensar en nuevas alternativas y soluciones al problema. Esto expande nuestras capacidades lógicas y cognitivas.

Entonces, de poco sirve temer al error. Pues, tanto en el acierto como en el desacierto, las matemáticas nos ayudan a desarrollar el cerebro. Por otra parte, un error matemático nunca ha dañado a nadie.

2. Jugar es la mejor forma de aprender

Existen muchos juegos para entrenar el cerebro para futuros retos matemáticos. En la actualidad algunos de estos divertidos juegos pueden descargarse en forma de aplicaciones en tu smartphone.

Podemos apoyarnos en juegos como sudoku y el ya famoso 2048 para practicar a donde sea que vayas. De esta forma, tendrás la oportunidad de poner a prueba nuestras habilidades desde cualquier lugar y en cualquier momento.  

3. Adiós calculadora

Si realmente deseamos mejorar nuestras habilidades matemáticas, entonces debemos olvidarnos de la calculadora. Su uso ocasiona que el cerebro se entregue al ocio, en lugar de dedicarse a resolver el problema que se le presenta.

Entonces, para verdaderamente fortalecer nuestras habilidades numéricas, conviene asumir el reto lejos de estos aparatos electrónicos. Si se trata de un curso lo ideal es dejar la calculadora en casa. Si estamos aprendiendo en internet o de forma autodidacta, entonces la mejor opción es guardarlas lejos de nuestro alcance.

4. La perseverancia es clave

Todos sabemos que los problemas matemáticos no siempre se resuelven a la primera. En este campo existen incógnitas con miles de años, a las que solo unos pocos han sido capaces de enfrentarse. Son las personas persistentes, quienes al no darse por vencidos ante la frustración, han conseguido dar con las soluciones.

De este modo, los grandes matemáticos como Pitágoras, Leibniz o Gauss, conquistaron el éxito gracias a su perseverancia. Lejos de lo que se puede pensar, las matemáticas avanzadas no son un trabajo reservados para unos pocos eruditos, ya que el 98% de la población mundial cuenta con las herramientas para hacer frente a los grandes problemas matemáticos.

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