Abr 112016
 

Los aurores existen. Así lo han demostrado los agentes de la agencia de espionaje británica GCHQ, en una clara demostración de defensa contra las artes oscuras (o malas artes) evitando la filtración de uno de los libros de Harry Potter antes de ser publicado.

   La historia que afortunadamente quedó en anécdota ha sido revelada por Nigel Newton, fundador y director ejecutivo de Bloomsbury (la editorial que publica Harry Potter en Reino Unido), en una entrevista concedida a la ABC Radio: «Recuerdo que me llamó la agencia de espionaje GCHQ y me dijeron que habían detectado una copia del libro en internet. Le hice leerle una página a nuestra editora, quien rápidamente detectó que era una falsificación«.

   De esta manera, la agencia habituada a trabajar para la preservación de la seguridad nacional británica, actuó rápidamente para evitar que uno de los presuntos siete libros de la saga del joven mago fuese filtrado.

   Un portavoz de la agencia de espionaje, a los que Newton describió como «buenos tipos», declaró: «No comentamos nuestras acciones en la defensa contra las artes oscuras«, un claro y cómico guiño a los seguidores de la mágica saga de J.K. Rowling, puesto que Defensa contra las Artes Oscuras es una de las asignaturas que se enseña en Hogwarts, el Colegio de Magia y Hechicería.

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