José Luis Acosta, recién nombrado este jueves presidente de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por la Junta Directiva de la entidad, ha defendido, apenas unas horas después de conocerse el resultado de la votación, la unidad de la SGAE y el ánimo de seguir hacia adelante y resolver los problemas que padece la entidad.
Durante una rueda de prensa, Acosta ha señalado que la reunión de la Junta Directiva ha tenido un «tono cordial», y todos los miembros han salido de ella «con las ganas y ánimos de seguir adelante». «La unión y la mesura es lo más importante para remar en la misma dirección», ha dicho.
Acosta ha indicado que durante muchos años ha habido un «presidencialismo excesivo», algo de lo que él huirá, abogando por el consenso y delegando en el «staff técnico» para que asuma responsabilidades. «No se puede estar en todos los frentes», ha destacado.
A pesar de que los votos han estado repartidos (Acosta obtuvo 20 votos y Fernández Sastrón 16), el nuevo presidente señala que aunque ha habido debate, han coincidido en «el contenido», en aquello que les une y en cómo afrontarlo.
A partir de ahora, señala Acosta, la entidad intentará corregir errores, aunque matiza que «ninguno de los problemas que afectan a la SGAE son consecuencia de esta Junta Directiva: «Ni la crisis, ni el IVA, ni Arteria».
«Esta casa mueve mucho dinero, intereses de muchos socios y lleva más de cien años de historia, por lo tanto nadie va a hacer que la maquinaria deje de funcionar. Al contrario, vamos a intentar que todo funcione de la mejor manera y que confluya de forma eficaz para salir adelante», ha manifestado.
LA HERENCIA DE TEDDY BAUTISTA
El nuevo presidente de la SGAE ha destacado que todos los problemas que tiene la SGAE han venido de fuera, tales como la crisis o las «leyes hostiles». Pero hay uno que sí nació en el seno de la entidad: la herencia de las inversiones «poco afortunadas» del equipo de Teddy Bautista.
En concreto, explica que la entidad heredó un problema muy grave con el asunto de la red de teatros Arteria. «Las compras de teatros e inmuebles se hicieron en la época de la burbuja inmobiliaria, por lo que no solo estaban sobrevalorados, sino que también se pago de más», indica.
«Nos encontramos en plena crisis donde el sector más afectado es el inmobiliario, por lo que no se puede vender al mismo precio del que se compró», cuenta Acosta, y añade que ya se ha hecho una gestión por parte de la Fundación Autor con la que se han vendido algunos de esos inmuebles. «Poco a poco se va una viabilidad económica a algunos inmuebles», añade.
IVA Y LEY DE PROPIEDAD INTELECTUAL
Respecto a otra de las amenazas ante las que se enfrenta la SGAE, la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual, que será debatida en las cortes el próximo otoño, Acosta ha señalado que el contenido «atenta» a lo que debería ser. «Nos pone en indefensión respecto a otras sociedades de gestión europeas y con grandes compañías como Google», añade.
En este sentido, indica que en Europa «se está gestando una Ley de Propiedad Intelectual», por lo que considera «contradictorio» que se apruebe una normativa que dentro de un año «pueda carecer de validez en muchos puntos».
Respecto al aumento del IVA, el presidente de la SGAE ha señalado que en el mundo del teatro se han perdido hasta hoy 1.450 empleos y a través del IRPF, ingresos de la Seguridad Social y el Impuesto de Sociedades, el Estado ha dejado de ingresar 7.200.000 euros. «Creo que son conscientes de ese error y que han puesto sobre la mesa la posibilidad de rebajar», concluye.
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