Estampas de Tenochtitlán: los cuadros torcidos
(Foto de Cristiano Oliveira)
Estábamos todos departiendo animadamente en alegre tertulia cuando Rossana se quedó congelada por un instante. Dirigiendo su mirada hacia la pared, toda poblada de pequeños cuadros, dijo: «¿Ha temblado? Mira los cuadros». Y de inmediato retomó la animada conversación donde la había dejado, como si nada. Yo, que estaba de espaldas a los cuadros, giré instintivamente la cabeza y comprobé que varias de las pinturas estaban torcidas, zarandeadas por algún movimiento telúrico. Así constaté que, en Tenochtitlán, los terremotos son un vecino más.