Sin miedo
- FOTO DE SHABBIR SHIRAJ
Iba en el coche con Catita bajo un diluvio universal. Los rayos eran tan poderosos que me deslumbraban y los limpiaparabrisas no daban abasto para achicar el torrente de agua que recorría el cristal.
– Catita, ¿viste qué rayos tan fuertes?
– Papi, no te preocupes. Yo te protegeré. Sólo son unas rayitas blancas.