Usar la cabeza
(Foto de Phillie Casablanca)
Ibamos ayer en el coche y Catita exclamó de repente. ¡Mira papi, el sitio donde fuimos de picnic con tus amigos!.
Me quedé impresionado. De ese picnic hacían ya más de seis meses y desde entonces no habíamos pasado por aquel lugar. ¡Qué memoria!, pensé. Y no pude resistirme a preguntarle: Catita, ¿cómo te acuerdas?
– Papi, es que uso mi cabeza.