¿Estudias o trabajas?
Con un gesto visiblemente contrariado y algo de indignación, Catita aborda a Catalina. La mira fijamente:
– Mamí ¡Qué suerte tienes! Ni trabajas ni vas al colegio.
Con un gesto visiblemente contrariado y algo de indignación, Catita aborda a Catalina. La mira fijamente:
– Mamí ¡Qué suerte tienes! Ni trabajas ni vas al colegio.