Con amigos como los de Facebook…
(Foto de Cell105)
El sábado estuve en casa de Paolo. Me contó que se acababa de meter en Facebook. IPhone en mano, me enseñó las fotos que había subido y nos hicimos «amigos virtuales». Celebramos con un brindis nuestra renovada amistad.
Antes de irme, recuperé mis llaves y mi billetera, que había dejado sobre la encimera de la cocina. Instantes después, y en un acto mecánico de despiste supino, cogí la otra cartera que estaba sobre la encimera, muy similar a la mía, con la diferencia de que ésta era de Paolo. Nos despedimos.
– Ci vediamo dopo!
Una hora después, al ir a pagar en una tienda, palpé mis bolsillos y caí en la cuenta de que había una cartera en cada uno. Las abrí. Una era de Paolo. La otra era mía. Volví a casa de Paolo para devolvérsela.
– Paolo, disculpa, me llevé tu cartera…
– ¿Cómo es esto? Te haces mi amigo en Facebook… y luego me robas la cartera.