Ducha poco ducha

Esta mañana me levanté tan dormido, que en vez de meterme en la ducha, me metí en la hucha, un despiste que le puede ocurrir a cualquiera dada la similitud entre las dos palabras. Por culpa de las legañas, no me di cuenta de que en lugar de entrar por la espaciosa puerta de la ducha como todos los días, me estaba contorsionando de mala manera para introducirme por la estrecha ranura.

Cuando me percaté del error, ya era demasiado tarde. Estaba dentro, rodeado de monedas, todas oxidadas o fuera de circulación. También yo me quedé sin circulación y con el cuerpo lleno de hematomas y contusiones por el esfuerzo para entrar. Me senté a descansar, agazapado detrás de un maravedí.

Ya recuperado, intenté salir otra vez por la ranura, sin éxito. Así que me puse a contar el dinero para matar el tiempo, que se resistía a morir. Me aprendí las caras y las cruces de muchas monedas hasta que volví a quedarme dormido. Soñé que me quedaba atrapado en una hucha, con forma de cerdo. Cuando desperté, me metí en la ducha rápidamente y la disfruté como nunca.

Be Sociable, Share!

votar

2 Respuestas para “Ducha poco ducha”

  1. V. 30 enero, 2009 a las 7:39 #

    Hombre, antes tenia monedas, con esta crisis… dentro de unos meses te tocara soniar que confundes la ducha con una hucha vacia…
    es un hecho que la dicha es mucha en la ducha… he dicho!

  2. Allendegui 30 enero, 2009 a las 7:49 #

    Dentro de unos meses uno no podrá ni soñar, porque habrán despedido a 10.000 neuronas que trabajaban en la fase REM del sueño.