Nunca estuve en Rumania. Nunca recorrí sus calles, ni conocí a sus gentes, ni contemplé sus paisajes. Tampoco probé su gastronomía: jamás comí un ciorba de perisoare, ni un ciorba de burta, ni el fasole cu costita… ni siquiera el sarmale. En mi vida recibí una postal desde Bucarest. Por todos estos motivos, soy incapaz de escribir un post que se titule «Recuerdos de Rumania».
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Este blog es obra de Allendegui, un periodista navarro que emigró hace más de una década para hacer las Américas, y todavía no las ha terminado. Sus anacrónicas hablan por sí mismas, después de intensas sesiones de logopedia. También han ganado premios, como el Blasillo de Huesca, al ingenio español en Internet. Si quieres, puedes escribirme, o tuitearme si te atreves en @allendegui.
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es surrealista
es como Magritte
» Esto no es una pipa»
Ni esto un comentario.
Me has quitado el comentario de la boca.
«Esto no es justo».
Todos estos divagues se van a aplacar cuando te pongas a laburar, papi.
Papi, en cuanto me ponga a laburar todo se irá al placar… del cuarto de invitados, eran tiempos dorados, de un pasado mejor.
Calamaro en Rumanía.
Esto sí es surrealista.
Y esto tampoco es un comentario.
Yo tampoco he estado en Rumanía pero estoy deseando ir para comer el fasole cu costita y mientras lo como te mandaré una postal para que no tengas esa espina clavada.
alkar-poderoso
Un amigo mío tiene un primo cuya mujer estuvo a punto de no ir a Rumanía y al final se quedó en casa.
Joana tampoco ha estado en Rumanía pero el verano pasado dormía con una camiseta de atletismo de la selección rumana. Me acabas de inspirar la entrada al blog del próximo lunes. ¡Gracias!
Marc, me alegro de que te haya inspirado. Esperaremos con ansia ese post. Ander, eso es ser rumaniático.
Hombre, de Rumanía no, pero si me la llegas a pedir antes, te mando una postal desde Islandia.
Estuve en Octubre.
¡Ah! Y tengo una amiga rumana, que me ha invitado a ir a su casa (en realidad invitó a mi madre, pero no puedo permitir que viaje sola, está mayor. La acompañaré).
Entonces sí, Titatjú. Desde Rumanía me tienes que mandar una postal para darle cierre a este post.
Prometido.
Yo si tengo recuerdos de Rumania. Yo si queria recorrer sus montañas, sus valles y comer su fruta. Lo recuerdo muy bien. Como le daba duro a la pelota. Sus manos firmes. Con excelente calculo para todo. Recuerdo su caminar cuando trotabamos las cinco millas todos los dias. Recuerdo que sabia español porque paso por Mexico pero sin acento. Recuerdo Rumania. De cabellos largos. Quedaba ciego al verla. Toda una yegua. Toda una mujer. Rumania tiene nombre. Dana Cherevetiu. Esta Chevere y ve tu como le va bien a esta chica. Hasta la proxima.