Negros nubarrones y declinaciones tormentosas

A. subió a la tarima en clase de latín. El profesor estaba apoltronado en su silla, con el codo clavado sobre la mesa y la mano sujetando la mandíbula, en un gesto de abulia mayúscula. Fuera, oscuros nubarrones.

– A ver, usted, el genitivo plural de dominus…

– …

– ¿El genitivo plural de dominus?

– … ¿domini?, dijo el alumno con voz apocada.

– ¿DOMINI?, preguntó desesperado el profesor.

– No, perdón, dominis…

– ¿DOMINIS?… ¿DOMINIS?… en este punto, el maestro empezó a frotarse la frente y a tener sudores fríos. Pero sin hacer ningún aspaviento, giró la cabeza, miró hacia la ventana y, como enajenado, se limitó a decir: «Parece que va a haber tormenta».

Desde entonces, en días como hoy, de negros nubarrones, pienso que en algún lugar del mundo hay un estudiante que no se sabe una declinación. Y por eso hay tormentas.

PD: Por cierto, en la antigua Roma no existían las gangas ni las rebajas demasiado atractivas porque eran ofertas indeclinables.

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16 Respuestas para “Negros nubarrones y declinaciones tormentosas”

  1. escéptico 7 abril, 2009 a las 10:14 #

    Yo he pasado años buscando cómo declinar «la invitación» y todavía no se me ha ocurrido nada.

  2. Ander 7 abril, 2009 a las 15:45 #

    Los nubarrones siempre se ciernen. Qué cosas.

  3. V. 7 abril, 2009 a las 17:06 #

    Que te parece esta declinacion: Gracias, pero no gracias… eh?

  4. Allendegui 7 abril, 2009 a las 17:49 #

    Se ciernen indeclinables. V., ¿qué tal por el lejano oriente?

  5. Nicolás 7 abril, 2009 a las 18:49 #

    Recuerdo a aquélla profesora de Física que acababa de llegar de Canarias. Estaba explicando algo cuando, de repente, se puso a nevar. Se quedó completamente absorta mirando por la ventana.
    Ororbia, I guess.

  6. J. 7 abril, 2009 a las 19:27 #

    Juan Ororbia. Tenía esas salidas. Qué gran recuerdo tengo de él.

    Me encantó el post.

  7. Bezu 7 abril, 2009 a las 19:29 #

    Donde estuviera el bueno de don Vicente tomando las conjugaciones de los verbos… Eso sí que era sentir miedo. Y no lo de Allien.

  8. V. 7 abril, 2009 a las 19:30 #

    El lejano oriente (al cual llegue volando hacia el occidente – o poniente, como decimos en Mexico- ) , decia que el lejano oriente me ofrecio todo tipo de sorpresas, de las cuales las mas sorprendentes fueron de indole culinario… patas de pollo (patas, no piernas), jellyfish (pez de jalea?), pescado con espinas, tofu, etc. y lamentablemente todo esto, indeclinable, para evitar ofender a los anfitriones… (yo no me ofendo cuando un grigo no quiere probar chicharron en salsa verde o barbacoa de cabeza de res, en fin, muy delicados los orientales…)

  9. V. 7 abril, 2009 a las 19:33 #

    quise decir «gringo», grinnnnngo… los grigos son otros de los que me ocupare luego…

  10. Allendegui 7 abril, 2009 a las 19:40 #

    V. estuviste rápido en el quite con lo de grigo… para evitar consecuencias devastadoras. Esas comidas indeclinables merecerían un post. Nicolás, J., efectivamente, Don Juan Ororbia. ¿Bezu, te acuerdas del encuentro fugaz y casi inadvertido con el profesor Ororbia por Carlos III? Me quedé con ganas de saludarle. Bezu, confiesa que a los que más cariño tenías eran, por este orden, al Urdániz, al Perilla y al Cutrín… y al Arrondo. Saca el libro de Sociedad, y copia el tema cuatro (con musiquilla).

  11. Marc Roig Tió 7 abril, 2009 a las 19:52 #

    Yo recuerdo al profesor de filosofía profetizar que si la realidad se deriva, se desintegra. Mi primo era el único que sabía, por aquel entonces, que la integral era la operación inversa a la derivada. El pobre se rió solo; y los demás pensamos que estaba loco.

  12. Allendegui 7 abril, 2009 a las 19:54 #

    Esa frase es pura metafísica, Marc. A mí, de las matemáticas, lo único que me gustaba era aplicar la regla de Ruffini porque me sonaba algo renacentista.

  13. Marc Roig Tió 7 abril, 2009 a las 22:08 #

    Luego estaba el profesor de física, que solía insultar a los que no seguían el hilo de la clase con la sentencia de que «sois tan lentos que tenéis energía cinética negativa», sabiendo que la energía cinética siempre es positiva, aunque vaya en sentido contrario.

    ¡Qué de cosas se aprenden en tu blog!

  14. Allendegui 8 abril, 2009 a las 0:50 #

    Pues otro de mis profesores de Matemáticas nos ponía problemas imposibles en clase y a los dos minutos nos decía: «Ya estáis tardando». Y cuando nos quejábamos, nos contestaba: «Pero si está chupao, no tiene nada, si es que yo soy una madre».

  15. bettyboop 8 abril, 2009 a las 1:05 #

    pues nuestra profesora de latín nos cronometraba…había que decir todas las declinaciones en dos minutos. Si te pasabas, suspenso..a a am ae ae a,ae ae as arum is is. ..La profesora se llama Erkuden. Ah y también nos dio filosofía…si no dejabas un margen de tres centímetros a derecha e izquierda te bajaba la nota a un 5. Manías…
    bettyboop

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  1. Bitacoras.com - 7 abril, 2009

    Información Bitacoras.com…

    Valora en Bitacoras.com: A. subió a la tarima en clase de latín. El profesor estaba apoltronado en su silla, con el codo clavado sobre la mesa y la mano sujetando la mandíbula, en un gesto de abulia mayúscula. Fuera, oscuros nubarrones. – A ver, us…