Nacidos para hacer la siesta
Siempre pensé que hacer la siesta era simplemente dejarse caer como un fardo sobre el sofá más cómodo de la casa y dormir a pierna suelta hasta tener un despertar cristiano (cuando Dios quiere). Pero resulta que hay toda una ciencia detrás de esos instantes en brazos de Morfeo que conviene conocer. De hecho, el Boston Globe se tomó la molestia de explicarnos visualmente cómo sería la siesta perfecta. Después de ver el infográfico, me pregunto por qué la siesta no está incluida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La pereeee
Qué buen gag ése de «La Cordorniz». Qué ricas las codornices. Y después, una buena siesta.
Que bien lo contaba siniestro total en camino de la cama. Poetas.
Sólo estar durmiendo es mejor que estar dormido.