La dos veces nominada al Oscar por Orgullo y Prejuicio (2005) y The Imitation Game (2014), Keira Knightley, parece no gustarle a todo el mundo. El director John Carney, que dirigió a la actriz en Begin Again (2013), donde la británica daba vida a una aspirante a estrella de la música, carga contra ella. El cineasta asegura que después de trabajar con Knightley se sintió «desencantado».
«Creo que el problema era que Keira no era cantante ni guitarrista, y es muy difícil hacer música que parezca real sin músicos», afirma el director en una entrevista en la publicación británica The Independent.
«Pienso que el público se ha tenido que enfrentar a esto con Begin Again. Y por mucho que trabajé para que funcionara, creo que ella no acaba de mostrarse como una guitarrista, cantante y compositora. Yo quería trabajar con músicos y actores que supieran tocar sus instrumentos y cantar debidamente», apunta.
En la entrevista el director señala que fue un alivio rodar en Irlanda su nueva película, Sing Street, tras su experiencia con Begin Again. «Fue un poco decepcionante trabajar con ciertas estrellas de cine y necesitaba un respiro», dice. «No disfruté de los paparazzi ni de los grandes estrenos. El mundo de las estrellas de cine es algo que nunca me ha atraído», señala.
El director asegura que le encanta «trabajar con los actores» y que su nuevo proyecto es un regreso a sus orígenes que le ha permitido «volver a disfrutar rodando». Algo que, confiesa, no ocurrió en Begin Again, entre otras cosas, «porque Keira tenía un séquito que la seguía todas partes, y eso dificulta realizar un trabajo auténtico».
VUELTA A IRLANDA
En este sentido, y tras probar suerte en Hollywood, el director asegura que ha sido muy satisfactorio volver a Irlanda, donde rodó su primer gran éxito, la ganadora del Oscar Once, y hacer películas «en las que no importaba quién estaba en ellas.» «He aprendido a no rodar películas con supermodelos», sentencia.
En cambio, para Mark Ruffalo y Adam Levine, los protagonistas masculinos de la cinta, solo tiene buenas palabras. «Mark es un actor fantástico y trabajar con Adam es un lujo, es bastante modesto y no tiene miedo de exponerse ante la cámara y descubrir quién es él como individuo», señala Carney que tras los halagos… vuelve a la carga contra la antaño protagonista de Piratas del Caribe.
«Creo que eso es lo que necesita cuando eres actor, no tener miedo de descubrir quién eres cuando la cámara está grabando. Keira ocultaba quién era, y no creo que se pueda ser actriz haciendo eso», señala el director. «No quiero menospreciar a Keira, pero es difícil ser actor de cine, y eso requiere cierto nivel de honestidad y auto-análisis y no creo que ella esté preparada, y creo que tampoco lo estaba en la película», concluye Carney.