El cantautor publica el 21 de noviembre Cómo hacer crac, un EP de seis canciones que, de alguna manera, viene a cerrar un ciclo para el asturiano, que tiene pensado ahondar en su lado más narrativo para tratar de acercarse a la literatura.
«En La zona sucia había una temática común a todas las canciones, había una mirada más hacia el interior en todas ellas. Como hacer crac es la otra cara de la moneda». Así define Nacho Vegas, en una entrevista con Europa Pres, su último EP.
Compuesto por seis canciones del asturiano en colaboración con La Cuarta Trama, los músicos que acompañan a Vegas desde hace más de tres años (Abraham Boba, Manu Molina, Xel Pereda y Luis Rodríguez) Cómo hacer crac se publicará en formato vinilo+CD.
A lo largo de su carrera, Vegas ha intercalado los discos de estudio con los EPs, un formato que mima y hacia el que no oculta su cariño. «Cuando te enfrentas a un EP tienes menos canciones y más libertad para secuenciarlas», señala.
La edición en un vinilo de 10 pulgadas responde a su voluntad de poner en el mercado «ese EP que a mí me gustaría comprar». «Es una forma de cuidar los discos», arguye, considerando este último lanzamiento como un disco «emparentado de alguna manera con La zona sucia».
«Cómo hacer crac cierra un ciclo», afirma Nacho Vegas, que el 18 de noviembre viaja a Latinoamérica para ofrecer cuatro conciertos en México (dos en el DF, uno en Guadalajara y otro Monterrey) y uno en Colombia (Bogotá).
«ME CANSÉ DE LA ACTITUD PESIMISTA»
«En La zona sucia ya empecé a podar mucho las letras y a hacer letras más crípticas; en comparación con El manifiesto desastre, que fue muy caótico, en este disco escribí de una manera más lúcida», explica el asturiano sobre su nuevo EP.
Vegas admite que se nota en sus canciones una actitud más postiviva. «Aunque creo que todas las canciones son una mezcla de luces y sombras, creo que es cierto que me cansé de la actitud pesimista. El pesimismo a veces es peligroso porque te miras demasiado el ombligo y te rebozas en él».
«Todas las canciones, incluso las más duras, tienen que acabar con un punto de luz, aunque sea pequeñito. En estas canciones (las de Cómo hacer crac) hay una sensación de ilusión que no está en otros discos», argumenta un cantautor que nunca se vio con la etiqueta de «maldito» que algunos le colgaron.
«La única premisa para hacer canciones es ser honesto», señala al respecto este autor prolífico, que dice no acusar el ritmo de publicación que ha mantenido desde el inicio de su carrera en solitario. «Si echas cuentas salen unas 10 canciones al año no son tantas», dice.
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