Lejos del perfil de norteamericano trajeado al que acostumbró el cine, invertir en bolsa se ha convertido en una actividad común para muchas personas. En la era digital, los procedimientos y la accesibilidad al sector son francamente sencillos de seguir. Pero, para lograr el éxito, el conocimiento es el timón que ha de marcar el rumbo. Porque invertir no consiste sólo en ganar, sino en ser capaz de prever y prevenir el fracaso.
Invertir en bolsa, cada vez más accesible
Como ejemplifican tantos casos, de personas muy distintas y con estrategias de todo tipo, tener éxito en bolsa es posible, pero no sencillo. Para algunos, simplemente se trata de una cuestión de suerte. Pero, en realidad, detrás de cada inversión existe un extenso bagaje en el mundo de la inversión. Desde conocimientos básicos sobre inversiones hasta sobre el más preciso funcionamiento de la bolsa. Cima a la que se llega desde la prudencia y no el riesgo.
Hoy en día, esa adquisición de conocimientos es más necesaria, pero también más accesible que nunca. Desde que invertir en bolsa online es posible, la red ofrece también acceso ubicuo a cursos, libros y recursos en línea de todo tipo que permiten al neófito familiarizarse con los conceptos clave del mundillo. Antes de entrar en tecnicismos, entendiendo que los requisitos para una fórmula de inversión exitosa, a menudo, parten de fundamentos más que básicos.
Perspectivas básicas antes de invertir
Para entender los pilares de cualquier inversión no hay nada mejor que recurrir a la experiencia. Y para Warren Buffett, uno de los inversores más prolíferos y reconocidos, nunca invertir en algo que no comprendemos es un paso fundamental antes de decidirse por una opción u otra. Tampoco el riesgo es para el empresario un requisito necesario para invertir. Ya que, además de recomendar vivir de forma austera e invertir a largo plazo la mente también es relevante.
Según Buffett, rompiendo una lanza a favor de la precaución, el temple y la cautela, la euforia y la impulsividad pueden ser muy traicioneras. Motivo por el que un pequeño cariz pesimista es preferible a estas sensaciones. Manteniendo así un prisma más conservador y analítico, sin caídas en deudas fruto de la ambición desmesurada, que no acepta la falta de financiación y pone en juego su integridad. Aptitudes imperativas para una actividad con aún más entresijos.
¿Cómo invertir minimizando riesgos?
Junto a los requisitos de indole más emocional o incluso filosófica, siempre es necesario incluir factores de corte más técnico o táctico. Así, ninguna inversión debe realizarse sin definir los objetivos y estrategias previamente. Responder dónde, por qué y cuándo invertir se logra no sólo con experiencia, sino con agudez y conocimiento de causa. Por lo que evaluar el capital disponible y cuánto podemos perder si la jugada sale mal es más importante que el ingreso.
En algunos casos, lo más preferible si no sabemos responder a esas preguntas, sin embargo, es abrir una cuenta de corretaje con una empresa especializada. Ésta, además de mayor seguridad y control sobre las inversiones, aportará asesoría experta en cada materia que deba abordarse. Desde saber identificar una institución financiera confiable y reconocida hasta, en algún momento, saber cuándo toca aventurarse o retirarse a tiempo ante una inversión.
La importancia de escoger un corredor honesto y fiable
Si hay algo que abunda en la inversión en bolsa son intermediarios. Hoy día, lejos de aquellas escenas de griterío y corbatas agitadas que mostraba Hollywood, las plataformas de inversión en bolsa permiten realizar todas las actividades desde cualquier lugar y momento. Con ello, los corredores también han proliferado a caballo de la digitalización. Por lo que saber reconocer cuál escoger según sus competencias es fundamental para una inversión limpia y segura.
Entre otras, una buena pista sobre la fiabilidad de una de nuestras empresas es revisar sus políticas de comisiones. Más que una cuestión de cantidad se trata de saber si la prioridad del corredor es su bolsillo o el de ambos. Razón por la que el libre acceso a las herramientas de investigación y seguimiento que ofrezcan al cliente son un valor añadido. Poniendo a éste en conocimiento de todo cuanto sucede o puede suceder con su dinero, núcleo de la inversión.
Precisamente, cabe recordar de nuevo que, para evitar cualquier percance tanto si se trata de una inversión por cuenta propia como a través de intermediarios, es imprescindible tener una formación lo más extensa posible al respecto. Siguiendo el incontestable principio de que el conocimiento es poder, al aprendizaje es lo que consigue forjar una experiencia exitosa. Y que, contrariamente a lo preestablecido, es la que obtiene menos pérdidas que más ingresos.
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