Cada vez más psicólogos y especialistas en tratamientos de conducta se reafirman sobre la importancia del juego como terapia para afrontar el estrés que nos causa el día a día y combatir los procesos que, a la larga, acaban debilitando tanto mente como cuerpo.
Fíjense si será importante que los mayores anunciantes a nivel global destinan partidas presupuestarias muy altas a crear contenidos relacionados con juegos, para poder llegar a su público objetivo.
Por ejemplo, está demostrado que la parte lúdica de los pasatiempos ayuda a muchas personas mayores a mantener ágil y entrenado su cerebro, al fin y al cabo, el cerebro necesita, como el cuerpo, un adecuado entrenamiento para mantenerse “en forma” y este tipo de estímulos lúdicos. Pero no sólo a las personas mayores, el juego es una actividad de aprendizaje fundamental para los bebés ya que favorecen el desarrollo emocional y están directamente relacionados con el bienestar físico de los recién nacidos.
Tan importante es el juego que está indicado como factor esencial para personas y parejas a los que el ritmo frenético del día a día ha influido en su salud sexual. Una parte en si del acto sexual, los famosos preliminares, no dejan de ser más que un juego en el que la pareja se estimula para lograr acceder al estado emocional más propicio para disfrutar al máximo de una relación sexual. En el libro de los libros sobre el sexo, el archiconocido Kamasutra, uno de los temas está dedicado casi por completo a analizar diferentes “juegos sexuales” preliminares al coito.
Cada pareja y cada persona tiene una manera de afrontar estos juegos de manera diferente. Hoy en día hay multitud de accesorios y juguetes eróticos al alcance de cualquiera que quiera explorar esta parte tan lúdica del ejercicio más gratificante que existe. En cualquier sex shop se pueden encontrar un amplio catálogo de diferentes tipo de artículos, desde disfraces, bolas chinas y vibradores hasta complementos que nos pueden ayudar a mantener una saludable vida sexual lo cual repercutirá para bien tanto en nuestro cuerpo como en nuestra mente ya que las hormonas liberadas durante el acto sexual contribuyen a combatir el estrés, liberar la ansiedad, tonificar nuestros músculos, etc.
Para elevar estos juegos a otro nivel muchas parejas recurren a juguetes eróticos como una anilla vibradora, por ejemplo, que consigue dar placer a ambos durante la penetración. Además, los juguetes sexuales nos ayudan a descubrir nuestros límites y placeres nuevos, como los vibradores anales, por ejemplo. Los hombres tienen el gran privilegio de tener una zona erógena en la próstata, conocida como punto P, que equivale al punto G femenino.
Para sacar el máximo provecho de los artículos eróticos es muy importante exigir la máxima calidad, ya sea de sus funciones como del material.
Así que ya saben, jueguen, tanto si quieren aprender, si quieren enseñar como si quieren mantenerse en un estado saludable o simplemente por el mero hecho de disfrutar de su cuerpo, pero jueguen. Su cuerpo, su cerebro y su pareja, si la tienen, se lo agradecerá.
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