En las finanzas, la planificación es un aspecto clave para evitar muchos problemas futuros. Si bien la vida y sus sorpresas no se pueden controlar, sí que podemos tener un plan B para cuando las cosas no salen como esperábamos y tratar así de reducir los problemas. Con los préstamos online no hay por qué hacer una excepción. Aquí te damos algunas claves para que te planifiques lo mejor posible.
- Haz las cuentas por escrito
Suponemos que más o menos sabes lo que ganas y lo que gastas, pero no debes conformarte con ello. Si quieres planificar bien tus finanzas debes saberlo al detalle. Comprueba tus extractos bancarios de los últimos meses y apunta los gastos regulares que aparecen en ellos. No importa que sean gastos pequeños, si sabes que los vas a tener seguro, apúntalos. Comprueba también cuál es la media de tus gastos variables, es decir la diferencia entre el gasto total y el gasto que has calculado como gastos regulares. No hagas estos cálculos a ojo, anótalos en un papel o en un archivo de Excel o Word, escribirlos te ayudará a reflexionar mejor y pasarás por alto menos detalles.
Con estos datos, tendrás una buena idea de cuánto dinero a mayores podrías gastar en concepto de devolución del préstamo.
- Haz una estimación de los ingresos y gastos durante los meses en los que tendrás el préstamo
Está claro que no puedes predecir el futuro, pero sí puedes pensar en los acontecimientos predecibles. Por ejemplo, pagas extra, regalos de navidad y boda, temporadas en las que gastas más debido a vacaciones o cualquier otra razón, etc. Haz una estimación generosa con los gastos y precavida con los ingresos.
- Comprueba si el pago de la cuota del préstamo superará límites poco recomendables
Estos límites solo puedes establecerlos tú. Por ejemplo, suele ser bueno que los pagos de deudas no superen el 30 % de los ingresos. Además, ya que has hecho todos esos cálculos en los puntos uno y dos, asegúrate de que en aquellos meses que preveas más gastos o menos ingresos, seguirás pudiendo afrontar la deuda.
- Piensa salidas en el caso de que se compliquen las cosas
Siempre puede ocurrir algo que haga que tus gastos se disparen. Una enfermedad, una avería imprevista, las posibilidades son muchas. En consecuencia, es buena idea que tengas un plan B por si esto ocurre. Es decir, un listado de gastos que podrías reducir en el caso de necesitarlo. Una vez lo tengas, comprueba si serían suficientes como para afrontar la deuda contraída a pesar de que ocurra un imprevisto.
- Compara préstamos
Y por supuesto siempre antes de contratar nada, compara las opciones que hay disponibles. Para ello, hay comparadores como Matchbanker, un comparador financiero con amplia experiencia en Finlandia, que también ofrece información sobre una buena cantidad de prestamistas en España. Cuando compares, no te limites a los intereses a pagar, comprueba también las tarifas por extensión de plazo del préstamo y las de devolución anticipada del mismo.
Si haces todo esto, podrás tomar una decisión más informada de lo que puedes permitirte y tendrás una mejor idea de cómo puedes reaccionar si sucede algún imprevisto.
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