El uso de los gases medicinales está cobrando cada vez más protagonismo en el ámbito médico, aunque su presencia en este campo se remonta a hace más de 100 años. Las constantes investigaciones que se realizan año tras año han descubierto nuevas aplicaciones en su uso, gracias en gran medida a las nuevas tecnologías. Los gases medicinales de Abelló Linde son algunos de los más conocidos en el territorio español. Esta empresa fundada en 1907 se dedicada a la fabricación y distribución de gases como el oxígeno y el nitrógeno, unos de los más utilizados en el ámbito medicinal.
Abelló Linde consta de varias divisiones entre las que destaca la de salud y fármacos. Entre los gases especiales promovidos por esta empresa se encuentra el helio líquido, cuya aplicación se centra en el diagnóstico de enfermedades a través de imagen por resonancia magnética. Esta tecnología permite obtener visiones de alto contraste e importantes detalles para visualizar el funcionamiento interno del cuerpo humano. Los equipos RM, imagen por Resonancia Magnética, necesitan el helio líquido para mantener una baja temperatura que permita la superconductividad de los imanes de estos equipos.
Los gases industriales distribuidos por esta empresa también están presentes en el campo de la ciencia y la investigación con una gran variedad de aplicaciones. Al fin y al cabo, los gases se han establecido como un componente imprescindible en la medicina moderna gracias a que se aplican en situaciones como la esterilización o la calibración de los dispositivos médicos entre otras muchas funciones.
Los usos de los gases medicinales
El gas medicinal es todo producto que se encuentre constituido por uno o más componentes gaseosos y cuyo objetivo final sea el contacto directo con el organismo humano. Los gases medicinales más utilizados actualmente son el oxígeno, el dióxido de carbono, el aire medicinal, el helio, el nitrógeno y el óxido nitroso. Su categorización de medicamentos hace que se utilicen preferentemente en el ámbito hospitalario, en centros de urgencia, clínicas e incluso en el ámbito domiciliario en aquellas personas que lo necesiten. Todo ello para que las intervenciones médicas se realicen de una forma más segura y eficaz para garantizar el bienestar de todos los pacientes.
El oxígeno medicinal es uno de los gases más utilizados en el ámbito hospitalario, principalmente como respiración artificial ante la falta de aire de un paciente. Un uso imprescindible, ya que la falta de oxígeno en pocos minutos puede causar daños irreversibles en los órganos. Además, también se emplea en la anestesia antes de cualquier intervención, así como en el tratamiento de quemaduras o en la terapia hiperbárica para tratar una gran variedad de enfermedades.
El nitrógeno medicinal es otro de los gases con mayor funcionabilidad dentro del campo médico. Principalmente se presenta en forma líquida y a temperaturas muy bajas para la criocirugía en operaciones menores, con el objetivo de que el frío extremo destruya el tejido enfermo. De la misma forma, también se emplea en la criopreservación para almacenar tejidos, células y otras muestras en un periodo largo de tiempo, así como otras funciones como la refrigeración para el láser de dióxido de carbono quirúrgico.
Aplicaciones habituales en el ámbito hospitalario que facilitan las tareas de los profesionales y aseguran un mayor bienestar de los pacientes.
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