Mar 092011
 

Tras el revuelo formado por el anuncio del músico británico de que abandona para siempre el mundo de la música, él mismo ha tenido que salir al paso de las informaciones que apuntaban a que la decisión se debía a un problema de salud o a las malas críticas recibidas por la publicación de su último disco.

Cuando el pasado fin de semana, en una entrevista con la revista FHM, Phil Collins confirmaba que se ha retirado de forma indefinida del mundo de la música, pronto saltaron las especulaciones de que pudiera tratarse por problemas de salud.

Una vértebra dislocada, una perdida de audición considerable, crisis nerviosas… otros consideraron que el batería de Génesis había tomado la decisión después de las malas ventas de su último álbum, Going Back.

Pero ni una cosa ni la otra. El propio Phil Collins ha emitido un comunicado a través de su página web en la que ha detallado las razones que le han llevado a retirarse de la música y ha desmentido las distintas teorías que se han publicado al respecto.

El músico dice que es «un misterio» el hecho de que se hayan publicado tantos artículos y teorías hablando de su retiro, porque lleva «algunos meses sin hablar con la prensa». «He decidido escribir esto en respuesta a lo publicado», señala.

«Muchos de los artículos que se han escrito en los últimos meses han acabado por dibujar un retrato de mi que es algo más que distorsionado», dice Collins, que pasa a desmentir algunas de las razones para su retirada.

«No lo dejo por las malas críticas o por el maltrato en la prensa»; «No lo dejo porque no me sienta querido, se que cuento con una gran base de fans que le encanta lo que hago»; «No lo dejo porque no tenga mi hueco, eso se demostró con Going Back alcanzado el número uno en Reino Unido y haciéndolo increiblemente bien en todo el mundo».

¿Por qué lo deja entonces? «Lo dejo para poder ser un padre a tiempo completo para mis dos jóvenes hijos en el día a día», sentencia el músico, que considera que algunas de las cosas que se han publicado en la prensa fueron pequeñas bromas que él hizo que no estaban destinadas «a ser titulares».

«El resultado es que he acabado por sonar como un idiota atormentado que piensa que estuvo en el Alamo en la otra vida, que siente mucha pena por sí mismo y que se retira herido por la mala prensa a lo largo de los años», añade Collins, que concluye: «nada de eso es verdad».

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