El FC Barcelona se ha proclamado campeón de la Copa del Rey por vigésimo octava vez en su historia después de superar este lunes en la prórroga al Sevilla (2-0), rival que no supo aprovechar una hora de superioridad numérica tras la expulsión de Javier Mascherano en la primera parte y que fue ejecutado en el tiempo extra con goles de Jordi Alba y Neymar, todo bajo el gobierno de un excepcional Andrés Iniesta.
En una final que acabó pasada la medianoche, se medían dos equipos que aspiraban a su propio doblete y el premio fue para el Barça, que cierra otra gran temporada bajo el mando de Luis Enrique tras lograr el triplete en la primera. Por su parte, el Sevilla, que jugaba cuatro días después de conquistar la Europa League, encontró consuelo en los ánimos al final del partido de una afición entregada.