Carrie Fisher tuvo que perder 15 kilos para volver a dar vida a Leia en Star Wars: El despertar de la Fuerza. La protagonista de la trilogía original ha criticado la industria del cine porque «lo único que importa es el peso y la apariencia».
En una entrevista concedida a la revista británica Good Housekeeping, la actriz de 59 años ha asegurado que le obligaron a perder peso para interpretar de nuevo a Leia en el regreso de la saga galáctica.