Hoy en día pareciera que tanto los hombres como las mujeres conocemos a la perfección todo tipo de prendas íntimas existentes en el mercado. Sin embargo, en muchas ocasiones compramos lo básico y es difícil que salgamos del típico tanga, sujetador o liga. El mundo de la lencería sexy, no obstante, va mucho más allá y abarca muchos tipos de elementos que seguramente nunca nos hubiésemos imaginado que servirían para tal fin.
Así, por ejemplo, una de las principales prendas de lencería sexy para mujer son los monos. Ajustados, normalmente de color negro y sumamente sugerentes, permiten la máxima movilidad y suelen hacer las delicias de cualquier hombre. Se trata de ropa que recuerda a una mujer activa, dominadora y deportista, todos ellos factores que atraen sexualmente a los varones.
Por otro lado, y con un estilo muy similar al de los monos, aparecen los leggings, una especie de mallas o pantalones extremadamente ajustados que permiten destacar todo el tren inferior de una mujer. Resalta el trasero, los muslos, los gemelos y también la entrepierna, siendo una de las prendas favoritas a la hora de dar comienzo a los juegos sexuales. Los leggings no solo son estéticos sino que además reafirman puntos clave como los glúteos y de hecho se trata de uno de los elementos más demandados para mujeres que buscan lencería sexy sin ser modelos ni nada por el estilo.
Las minifaldas son otra de las prendas de ropa de lencería fina que a menudo asociamos con otros contextos. Sin embargo, el mundo de las prendas íntimas, al igual que nuestra imaginación, se encuentra en continuo proceso de reinvención permitiendo ofertar un amplio y dinámico abanico de posibilidades. Así, las faldas cortas cumplen a la perfección lencería sexy para embarazadas, por ejemplo, uno de los tipos de público que normalmente la industria había olvidado de forma injusta e improductiva para sus propios intereses.
Otro de los pasos que ha dado la industria de la lencería fina es el de incluir más ropa en vez de eliminarla, como era costumbre hasta el momento en el campo de la sexualidad. Sin embargo, muchos hombres encuentran más morboso una indumentaria con ropa para quitar que con escasas prendas, y esto es lo que sucede con los bralettes, uno de los principales descubrimientos dentro de la ropa sexy ya que ha incluido el factor de la elegancia dentro del tradicionalmente agresivo campo de la sexualidad.
Por último, los disfraces cuentan también con una amplia demanda en el mundo de de la lencería fina, que en la actualidad no solo se limita a la ropa interior. Una mujer necesita tiempo y preparación irse a la cama y ya no solo importa la sexualidad e incluso el maquillaje sino también los elementos sugerentes y la imaginación. Jugar es un requisito indispensable a la hora de hacer el amor y muchos hombres enloquecen con disfraces sexys como el de enfermera, profesora, policía, colegiala o diablesa. Se trata de personajes íntimamente ligados con el mundo del sexo que despiertan todo tipo de ilusiones sexuales en los hombres.
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