Dic 022015
 

Tras siete años dedicados a sus respectivas carreras en solitario, el dúo que redefinió los límites entre el pop y la electrónica a finales de los noventa, Najwajean, es decir, la unión de Carlos Jean y Najwa Nimri, regresa con un nuevo disco, Bonzo, con nuevos sonidos pero sin abandonar sus raíces experimentales.

   Así, Najwa Nimri recalca a Europa Press que a través de esa experimentación es como saben que están «vivos». «Y más allá de donde lleguemos, ya ha sido interesante», apostilla, antes de que Carlos Jean tercie para recalcar que actualmente «hay poca defensa de la apertura musical».

   Recalca Najwa, por tanto, que la electrónica es el «medio natual» de Najwajean, aunque admite que ella «personalmente» haya «probado otros». Carlos, por su parte, defiende que «la hipnosis de la electrónica es un juego maravilloso de prestidigitador para coger a la gente, atraparla y meterla dentro de una cajita».

   «Najwajean te coge el cerebro, lo pone en una redecilla para que esté medio colgando durante un tiempo y luego lo vuelve a poner en su sitio. La electrónica tiene esa capacidad de capilar toda la música porque puedes jugar a hacer muchos estilos musicales. La libertad y la independencia radica en la música electrónica, es muy complicado hacer eso con cuatro músicos. Si quieres volar usa todos los instrumentos del mundo, y eso te lo ofrece la electrónica», reflexiona Carlos Jean.

REUNIÓN TRAS EL DÍA DE LA MÚSICA

   Después de explicar que decidieron hacer este disco tras su actuación en el Festival El Día de la Música de junio de 2014, Carlos apunta que el proceso fue realmente rápido, ya que «Najwa tiene sus notas en algún tipo de cuaderno y a partir de ahí» encienden el ordenador y empiezan con la música en el estudio y se ponen «a grabar voces».

   «Es un proceso muy rápido y muy fresco, con un lenguaje muy claro entre nosotros», asegura Carlos, quien añade que aunque en ocasiones sí discuten, no se «dañan» como puede suceder en otros grupos: «En los grupos llega un momento en el que unos no quieren saber de los otros. Esto no nos pasa y hace que las raíces de Najwajean sean más sólidas».

   A este respecto, Najwa agrega que «en una banda no todos los miembros logran desarrollarse personalmente», algo que no les sucede a ellos, puesto que cuando no están juntos en Najwajean, cada uno tiene su propia carrera en solitario, que les ha permitido ir eligiendo su propio camino.

   «Hicimos casa con nuestro primer disco -No Blood, 1998- y siempre hemos tenido la posibilidad de volver a esa casa. Al mismo tiempo también nos hemos desarrollado como personas diferentes que somos. Como proyecto, Najwajean es gozoso porque vamos desarrollando nuestra vida aparte, y cuando entramos al estudio hablamos un idioma común con el que nos entendemos«, aporta Najwa.

INICIOS A FINALES DE LOS NOVENTA

   Echando la vista atrás, ambos se muestran totalmente satisfechos con su momento actual, al tiempo que Najwa recuerda que cuando empezaron como grupo utilizaron el medio de la electrónica para expresarse porque es el que les «unió» y con el que «más fácil» llegan a donde quieren, a ese punto de «deshumanizar, quitar emoción y meterse en otro mundo mucho más sensorial».

   «Mucha gente hace canciones pop y luego les ponen loops para que sea un traje moderno, pero nosotros empezábamos directamente por los loops. Jamás hemos hecho eso y por eso decimos que somos electrónicos. Lo hicimos hace mucho sin mirar a ningún sitio porque él tenía un ordenador y yo no quería hacer lo que estaba haciendo«, sentencia Najwa.

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