Oct 172013
 

Siempre se ha creído que la complicidad, el compromiso y el no centrar la relación solo en la cama han sido los secretos para que un matrimonio funcione. Sin embargo, algunos psicólogos estadounidenses podrían haber encontrado verdaderamente el quid de la cuestión, la clave de la felicidad de un matrimonio podría residir en el ADN.

Según un estudio publicado por las Universidades de Berkeley (California) y la Universidad de Northwestern (Illinois), puede ser el primero en relacionar a la genética con las relaciones maritales. Dichos psicólogos creen que un gen implicado en la regulación de la serotonina, o la «hormona de la felicidad» como se le denomina en algunos casos, puede predecir muchas de las emociones que afectan a nuestras relaciones.

Uno de los autores principales de este estudio, el psicólogo proveniente de la Universidad de Berkeley, Robert W Levenson, comenta lo siguiente: «Es un misterio aún sin resolver: ¿qué hace que un esposo esté tan en sintonía con el clima emocional en el matrimonio, y que otro sea tan inconsciente?». «Con estos nuevos hallazgos genéticos, podemos entender mucho más lo que determina la importancia de las emociones en cada persona», añadía el investigador.

Los investigadores encontraron al que podría ser el responsable, el alelo conocido como 5-HTTLPR.Todos los seres humanos heredan una copia de esta variante del gen. Los participantes en este estudio que tenían dos alelos 5-HTTLPR cortos resultaron ser más infelices en su matrimonio, sobre todo cuando producían una gran cantidad de emociones negativas, como la ira y el desprecio, y más felices cuando mostraban emociones positivas, tales como el buen humor y el afecto. Por el contrario, los que tienen uno o dos alelos largos, se sentían indiferente en sus relaciones matrimoniales.

«Siempre estamos tratando de encontrar la receta para una perfecta relación, y la emoción sigue apareciendo como un ingrediente importante», dijo Levenson. Sin embargo, los investigadores no quieren que todo esto se tome al pie de la letra, ya que no significa que las parejas con diferentes variaciones del 5-HTTLPR sean incompatibles.

Parece que aquellos que tienen el alelo 5-HTTLPR más corto son los que viven las relaciones más intensas, frente a los que los tienen un alelo más largo. «Los individuos con dos alelos cortos de dicha variante del gen pueden ser como las flores de un invernadero, florecen mucho cuando el clima emocional de un matrimonio es bueno y se extinguen cuando el ambiente es malo,» comentaba otra de las autoras del estudio, la psicóloga Claudia M. Haase, de la Universidad de Northwestern. «A la inversa, las personas con uno o dos alelos largos son menos sensibles al clima emocional», comentaba Claudia M. Haase. «Cada uno tiene sus ventajas y desventajas», sentenciaba.

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