El cantante y la que ha sido su novia durante los últimos cinco años han pasado por la vicaría. Con discreción y rodeados de sus amigos más íntimos, según informa la revista ¡Hola!, y además, por sorpresa, pues los invitados a este enlace pensaban que solo iban a asistir al bautizo el pequeño Dylan.
La publicación informa de que el pasado sábado Alejandro Sanz y Raquel Perera habían invitado a sus familiares y amigos más cercanos para celebrar el bautizo de Dylan, que nació en julio del año pasado.
Sin embargo, cual debió ser la sorpresa de los asistentes a la ceremonia, que se celebró en la finca que la pareja posee en Jarandilla de la Vera (Cáceres) al ver que Alejandro y Raquel decidían casarse allí mismo.
Fue, por tanto, una ceremonia íntima y a la que solo pudieron asistir grandes amigos de ambos, como Paulina Rubio, Elena Tablada, Antonio Carmona o Fiona Ferrer, que no han dudado en dar constancia de la bonita noche que vivieron el sábado a través de Twitter.
Alejandro Sanz y Raquel Perera empezaron su relación en 2007. El cantante conoció a su actual pareja cuando ella entró a formar parte del equipo que se encarga de gestionar sus asuntos artísticos y, desde entonces, se volvieron uña y carne.
Siempre han sido una pareja muy discreta y en pocas ocasiones se les ha podido ver juntos, pero el gran amor que se profesan ha podido superar todo tipo de adversidades, como cuando el año pasado se dijo que el cantante tenía un hijo secreto.
El pequeño Dylan llegó en julio de 2011, cuatro años después de que empezaran su bonita historia de amor. Es el primer hijo de Raquel Perera y el tercero de Alejandro Sanz, que tuvo a Manuela con Jaydy Mitchel y a Alexander con Valeria Rivera.
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