May 102012
 

«Para encarnar a Willy Wonka empecé a pensar en cómo sería George Bush increiblemente colocado». Johnny Depp no se mordió la lengua a la hora de revelar cuales fueron sus fuentes de inspiración a la hora de preparar el personaje de Charlie y la Fábrica de Chocolate.

Durante una entrevista a Elle Degeneres en su programa confesó que se le había «venido a la mente un George Bush increíblemente colocado» a la hora de configurar la interpretación de este personaje al que ya encarnó Gene Wilder en 1971.

Tras la carcajada general de todo el público y de la propia presentadora, Depp explicó que cuando pasa de «las primeras diez páginas de un guión» se le «empiezan a venir imágenes a la cabeza». Así fue como «nació la imagen de un George Bush colocado».

Ante tal afirmación la propia Degeneres sólo pudo añadir que «ahora todo el mundo va a querer volver a a ver Charlie y la fábrica de chocolate».

«Mezclé a un recién nacido con uno de esos perros que son tan adorables que los quieres incondicionalmente», dijo Depp cuando Degeneres le volvió a preguntar sobre otro de sus personajes, el joven que tenía tijeras por dedos en Eduardo Manostijeras.

Aquella cinta de 1990 fue con la que actor y director comenzaron un idilio cinematográfico que ha alumbrado personajes tan carismáticos como el sombrerero loco de Alicia en el país de las Maravillas o el diabólico barbero de la calle Fleet en Sweeney Todd. Una fructífera alianza que continúa ahora con Sombras Tenebrosas (Dark Shadows), donde Depp interpreta al vampiro Barnabas Collins y que se estrena este fin de semana.

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