Abr 042013
 

El Real Madrid ha dado un paso muy importante hacia las semifinales de la Liga de Campeones tras doblegar, sin grandes aspavientos, al Galatasaray turco (3-0) en un cómodo partido para los merengues que se apoyaron en su tremenda pegada para dejar la eliminatoria vista para sentencia gracias a los goles de Cristiano Ronaldo, Benzema e Higuaín, que cerró la cuenta a cuarto de hora del final.

La ‘Décima’ a toda costa. Ése es el mensaje que enamora al madridismo, consciente de que ya sólo cuatro partidos le separan de una nueva conquista europea. Del ‘Viejo Continente’ y sus grandes noches, los merengues saben un rato y, ante el Galatasaray, firmaron un triunfo concluyente, de esos que convertirán en cielo el infierno del Ali Sami Yen. Allí, en una semana, los blancos tratarán de certificar un billete que ya acarician.

Pronto comenzó el empuje merengue, que echó mano de su pegada para inaugurar el marcador. La primera que tuvo fue para adentro. Ozil se inventó un pase en la rendija imposible y Cristiano, que controló con la derecha, se inventó una vaselina con la zurda que descolocó el ímpetu otomano. El Madrid, sin pausa ni guión, ya tenía a su favor el marcador.

El incansable Drogba sacó las uñas en la jugada posterior, con un disparo lejano, pero nada inquietó la portería de Diego López. El gallego, en un gran estado de forma, detuvo un lanzamiento de Eboué al borde del descanso que hubiera cambiado el desenlace del duelo. Al igual que Varane, providencial en cada corte, la aspirina contra Yilmaz, el goleador de la ‘Champions’ que no llegó a quitarse la piel de cordero.

Todo era miel sobre hojuelas para un Real Madrid que seguía sin dar tres pases seguidos, inconexo y precipitado, pero eminentemente práctico. Y así fue, a la media hora Benzema se encontró con el gol gracias a un error de la zaga turca. El francés olvidó los pitos de sus compatriotas y batió a Muslera con un disparo que golpeó en la base del poste antes de hacer estallar al Bernabéu.

No hubo magia, ni fuegos artificiales, pero el Madrid alcanzó el descanso con un alentador 2-0, insuficiente por la propuesta del Galatasaray, pero más que justo por lo poquito que habían ofrecido los de Mourinho. Directriz que no cambió en la segunda mitad, al menos en los primeros 20 minutos. Di María se perdió en el regate y Cristiano, muy lejos de la jugada, apenas ofrecía soluciones.

Xabi Alonso, nuevamente con el timón, habilitó al ‘fideo’ en el corazón del área. Se había cumplido la hora de partido y las ocasiones brillaban por su ausencia. El Real Madrid sacó a relucir su versión más conservadora, favorecida por la falta de un enlace que canalizase el juego de la defensa al campo contrario. El partido murió hasta que apareció Higuaín.

El argentino consiguió el tercero de cabeza -tras una falta frontal– y tranquilizó al Bernabéu. Su primer tanto en ‘Champions’ este curso tuvo un efecto sentenciador, un zurriagazo sobre la mesa que enterraba la ‘valentía’ del ‘Galata’, indolente y contemplativo, dos escalones por debajo de su rival. El Real Madrid dio un paso de gigante hacia la semifinal. La ‘Décima’ ya está un poco más cerca.

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