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La selección española femenina afronta desde este martes al domingo 16 de diciembre un nuevo reto, el Campeonato de Europa que acoge Serbia, con la casi obligación de entrar en el grupo de serias aspirantes al podio después de las últimas actuaciones realizadas por las ‘guerreras olímpicas’.
Las pupilas de Jorge Dueñas no se han cansado de hacer historia y la cita continental puede ser una nueva oportunidad de elevar un listón que ellas mismas se han encargado de ir subiendo desde el año 2008, en el Europeo celebrado en Macedonia.
Entonces, ya bajo el mando del técnico vasco, España consiguió su primera medalla absoluta, una plata al perder la final contra Noruega. Al año siguiente, volvió a pelear por las medallas, en esta ocasión por primera vez en un Mundial, aunque se tuvo que conformar con ser cuarta. El 2010 fue el peor, con el undécimo puesto, pero la ‘resurrección’ fue espectacular.
Así, en el Mundial de 2011 de Brasil, las españoles hicieron historia al conquistar un magnífico bronce, y meses después, aseguraron en un Preolímpico su billete para los Juegos de Londres donde les esperaba su mayor hito, el bronce olímpico ganado con lucha y carácter, tras un apasionante tercer y cuarto puesto con Corea del Sur.
Ahora, casi cuatro meses después de aquel éxito en la capital inglesa, las ‘guerreras olímpicas’, mote que se ha quedado fijo tras su rendimiento en Londres, tienen que defender su categoría en un Europeo que se presenta muy duro desde el principio y donde hay muchas selecciones que quieren recuperar un sitio en el que ha entrado sin miramientos el combinado nacional.
Dueñas vuelve a contar para esta cita con su bloque ya conocido, donde la mala noticia ha sido la baja a última hora de Nely Carla Alberto, sustituida por Nuria Benzal. En cambio, el seleccionador contará con un refuerzo de lujo en la figura de la nacionalizada Alexandrina Barbosa, una jugadora que puede aportar lanzamiento exterior uno de los puntos débiles del equipo.
ENGAÑOSO GRUPO INICIAL.
Sin embargo, el ‘ADN’ del equipo se mantiene intacto. La pelea, el no rendirse y la defensa como base continúan siendo las señas de identidad del actual bronce olímpico y mundial, que desde el principio tendrá que dar su mejor medida.
Así, España ha quedado encuadrado en posiblemente el grupo más duro del torneo, con la competitiva y dura Croacia, a la que las españolas eliminaron en los cuartos de final de los Juegos Olímpicos y que no tendrá a Andrea Penezic, y otros dos combinados de nivel como Alemania y Hungría, que pese a no estar en la cita veraniega, cuentan con potencial para hacer daño.
El objetivo será debutar con buen pie ante las alemanas, lejos de la elite desde 2008 para afrontar con menos urgencias a las croatas, con las que se podría jugar el primer puesto y puntos claves, y cerrar ante las magiares, también venidas a menos desde hace tiempo. Hacer pleno sería básico para pasar al segundo grupo con cuatro puntos y cruzarse con el grupo de Montenegro, el verdugo en Londres y actual subcampeona olímpica, Rusia, Rumanía e Islandia.
De momento, salvo la baja de Nely Carla Alberto, la preparación de las de Dueñas ha ido por el buen camino con tres victorias en tres amistosos de toma de contacto con las juveniles del BM Alcobendas y con el Helvetia BM Alcobendas y el Costa Azul francés, y una derrota en el de mayor envergadura, ante Francia, por 30-27, donde pese a todo el equipo dio la talla.
Con todo, España partirá entre la primera línea de favoritos en un torneo donde la igualdad siempre reina y los pequeños detalles pueden ser decisivos. Noruega, la actual campeona de todo, parte como la mejor colocada; Francia, subcampeona del mundo, y Montenegro, plata olímpica, también quieren defender sus estatus en Serbia.
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