El Real Madrid inició este miércoles sus actos de celebraciones del título de la Copa del Rey, con la visita a la sede del Ayuntamiento de Madrid, donde el alcalde Alberto Ruiz Gallardón recibió a la comitiva presidida por Florentino Pérez y de la que formó parte la directiva, el cuerpo técnico y los jugadores.
Los futbolistas llegaron al Palacio de Comunicaciones de la capital al filo de las 12.20 horas, donde fueron recibidos por centenares de aficionados, y el alcalde les obsequió con una placa de metacrilato en recuerdo de su éxito, mientras que a Florentino Pérez le regaló una bandeja conmemorativa.
Mientras, el máximo mandatario madridista le entregó una réplica de la Copa del Rey y camiseta del equipo, aprovechando para recalcar la simbiosis que existe entre la entidad y la ciudad. «Nuestro club tiene desde la época de Santiago Bernabéu vocación universal, pero los madridistas creemos que lo mejor del fútbol es que no debe tener fronteras. El Real Madrid es un club que no pertenece a nadie, más bien pertenece a todos», señaló.
«Madrid, nuestra fantástica ciudad, es nuestro punto de partida y será siempre una de las señas de nuestra identidad. Este triunfo es también vuestro, de la ciudad y de todos los que aquí sienten lo que es el Real Madrid. Muchos madrileños trasmiten la energía necesaria para afrontar los desafíos», añadió.
Florentino Pérez, que se congratuló de haber conseguido este título, que de había convertido «en una especie de obsesión», dejó claro que «el Real Madrid siempre aspira a más» y aseguró que ya están «preparando la próxima temporada para volver para celebrar nuevas victorias con trabajo, entrega, serenidad» para «seguir soñando con un Real Madrid cada vez más grande».
Por su parte, Alberto Ruiz Gallardón tuvo guiños para el técnico y para el capitán –«Querido Mou, querido Iker», les dijo– y también para Sergio Ramos, recordando la anécdota de cuando se le cayó el trofeo en el recorrido hacía la Fuente de Cibeles el pasado 20 de abril. «Cibeles es más vuestra que nuestra, es vuestro lugar natural de celebración. Como decía Sergio, la Copa se emocionó por llegar a Cibeles y saltó para hacer el camino por su cuenta», bromeó.
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