El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha visitado este domingo el barrio de Moore, en Oklahoma City, uno de los más afectados por el paso de un tornado que el pasado 20 de mayo acabó con la vida de 24 personas y arrasó una gran cantidad de viviendas.
«Obviamente el daño es aquí demasiado grande como para comprenderlo», ha afirmado Obama desde los escombros de lo que antes era un colegio de primaria, al tiempo que ha prometido ayuda federal a largo plazo para ayudar en la reconstrucción.
Hasta 1.200 casas han quedado arrasadas en los 27 kilómetros en los que el tornado fue más intenso, para cuyos habitantes Obama ha prometido ayuda federal. Además, ha instado al Congreso a mantener la financiación para la formación y logística de los equipos de respuesta a esta clase de desastres.
«Siempre que voy a una zona que ha sido devastada por un desastre natural como este quiero asegurarme de que todo el mundo comprende que hablo en nombre del país entero», ha añadido Obama, que ha recorrido la zona acompañado de otros cargos como la gobernadora de Oklahoma, Mary Fallin.
Uno de los afectados, Caleb Sloan, que ha perdido su casa en la tormenta, ha asegurado que las palabras de Obama le dan esperanza. «No tiene más alternativa que vivir para su palabra. Espero y rezo y creo que mantendrá sus promesas», ha declarado.
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