El exenviado especial conjunto de Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, ha apuntado este jueves que el Gobierno ruso acepta en privado que el presidente sirio, Bashar al Assad, ha de abandonar el poder, pero que «no puede apoyar una ruptura caótica» en el país.
Durante un acto en Washington para presentar su nuevo libro de memorias, Annan ha dicho que el presidente ruso, Vladimir Putin, «ve Siria como parte de su patio trasero». «Los ‘yihadistas’ de Siria podrían dirigirse hacia el Cáucaso», ha explicado en este sentido.
Asimismo, ha dado su valoración respecto al doble veto de Rusia y China en el Consejo de Seguridad a las resoluciones de condena contra Damasco. «Los líderes de Rusia y China están aún escocidos por lo de Libia, donde se sintieron engañados para permitir a la OTAN forzar un cambio de régimen», ha dicho.
En este sentido, ha subrayado que tanto Putin como el presidente chino, Hu Jintao, citaron específicamente el caso de Libia como justificación a su postura en Siria, según ha recogido el diario británico ‘The Guardian’. Sin embargo, Annan ha apuntado que «Libia no es Siria». «Libia implosionó, Siria explotará causando problemas a todos en la región», ha apuntado.
Por último, el exenviado especial conjunto de Naciones Unidas y la Liga Árabe para Siria ha subrayado «los valores comunes frente a las diferencias en la región» y ha dicho que «ahí es donde Siria perdió aliados».
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