Mar 262012
 

El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha interpretado los resultados electorales en Andalucía y en Asturias como el principio de un camino para recuperar la confianza de la mayoría de los españoles, aunque es consciente de que al PSOE le queda mucho por recorrer. En su primera valoración de los resultados, ha opinado que los ciudadanos han votado pensando sobre todo en Andalucía y en Asturias pero también ha dado por convalidada su estrategia de oposición útil. Por lo menos no ha sido rebatida, ha dicho.

Así, ha dejado claro que mantendrá su estrategia de oposición, porque considera que los ciudadanos la «entienden» y porque tiene como prioridad la lucha contra la crisis y el desempleo, aunque para ello tenga que «sacrificar» otros objetivos políticos «inmediatos». Luchar contra la crisis, ha dicho, será la prioridad de todos los socialistas.

Según Rubalcaba, la lección principal que hay que extraer de estas elecciones es que «el PSOE es un partido fuerte con el que siempre hay que contar y que no se puede ignorar» y ha recordado que así lo dijo en el 38 Congreso Federal que le eligió secretario general. A su juicio, en Andalucía y Asturias los ciudadanos han marcado al PP unas «líneas rojas» y, pese a reconocer que el Gobierno de Rajoy no queda  obligado a nada por estas elecciones, ha afirmado que si él fuese un dirigente ‘popular’ le estaría «dando una vuelta» a lo que este partido ha hecho desde que el 20N.

Rubalcaba ha centrado sus críticas en la reforma laboral y ha hecho hincapié en que los ciudadanos han hecho pagar a Rajoy que haya ocultado las medidas que pensaba tomar y que quiera «aprovechar la crisis para hacer su particular ajuste de cuentas con el Estado del bienestar». Es más, ha recalcado que al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, le ha «salido mal» su estrategia de «ocultar» los Presupuestos Generales del Estado para intentar ganar estas autonómicas, porque además de no conseguir su objetivo «ha hecho daño a la economía española», como apuntan dos diarios internacionales.

Para el líder socialista, hoy es un «buen día para el PSOE», y se ha mostrado «satisfecho» del resultado electoral en ambas comunidades porque, para los socialistas, se resume en que de los dos gobiernos que estaban en juego «el PSOE puede gobernar en Andalucía y en Asturias y el PP es muy difícil que gobierne en ninguno de los dos».

EL 20 CERRÓ UN CICLO

Después de que el PP no haya logrado mayoría absoluta en Andalucía, Rubalcaba ha interpretado que las elecciones generales del pasado 20N «cerraron un ciclo» que se caracterizó por la crisis y el Gobierno del PSOE, que ahora ha empezado «un nuevo ciclo político» en el que la crisis sigue pero ha cambiado el Gobierno, y que ese nuevo ciclo ha tenido como primera repercusión que al PP le está empezando a «costar» la crisis, porque «está haciendo políticas que la gente no quiere» y que, además «negó que haría».

A su juicio, el «máximo exponente» de esas políticas que han rechazado los ciudadanos en las urnas es la reforma laboral, porque «ataca derechos de los trabajadores» y además «no va a crear empleo». Por eso, ha invitado al Gobierno a hacer «un esfuerzo por acercarse a los sindicatos y a la posición del PSOE» en este asunto. Dicho esto, ha dejado claro que no tiene previstas nuevas reuniones con Rajoy ni nuevas ofertas de grandes pactos, más allá de reanudar el diálogo para pactar la política de I+D+i.

Para Rubalcaba, está claro que andaluces y asturianos han votado sobre todo pensando en sus respectivos territorios porque «han sentido que podían estar en riesgo» los servicios públicos y las políticas sociales que han construido en ellos los Gobiernos socialistas y que «valoran especialmente» los ciudadanos. No obstante, ha reconocido que, en especial en Andalucía, los casos de corrupción «seguro que también han afectado» a la intención de voto y ha aprovechado para reiterar que la corrupción es un asunto que deben plantearse «muy en serio» todos los partidos.

Satisfecho por el resultado andaluz, Rubalcaba no ha dado importancia a la pérdida de votos que el PSOE ha sufrido en esta región desde las últimas elecciones generales, y lo ha atribuido más bien a la bajada general de la participación. De hecho, ha optado por destacar que el PSOE ha subido en porcentaje y que es el PP quien ha perdido más votos.

EVITA VALORACIONES EN CLAVE INTERNA

Eso sí, ha evitado las valoraciones en clave orgánica, sin responder a si se siente con más fuerzas para liderar todo el camino de recuperación del PSOE o si Griñán estará legitimado para hacer una Ejecutiva regional en el PSOE andaluz a su medida y con «los suyos», y sólo ha hecho una pequeña concesión para preguntarse si ‘los de Griñán’ no son también ‘suyos’.

Así, se ha limitado a decir que Griñán es el presidente del partido y además siu amigo, y que por eso su resultado le hace estar «feliz como secretario general del PSOE y como amigo de Pepe Griñán». Y, ante la insistencia de los periodistas sobre el hecho de que se vayan consolidando más ‘barones’ socialistas que no le apoyaron en el último Congreso Federal, ha insistido: «Me siento francamente bien hoy, y además se me nota».

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