Nov 102011
 

El ministro de la Presidencia y candidato socialista por Álava, Ramón Jáuregui, ha aprovechado el debate a cinco organizado por RTVE para avisar a los electores de que es una «falsedad» que un cambio de gobierno vaya a suponer la salida de la crisis, mientras que el alcalde de Madrid y número cuatro de la lista del PP por esta circunscripción, Alberto Ruiz Gallardón, ha achacado la incapacidad del Ejecutivo socialista para atajar la crisis a su «resignación» y a que el PSOE «no se cree» que es posible arreglar las cosas, como ya hizo el PP a mediados de los 90.

El enfrentamiento entre los representantes de los dos grandes partidos tuvo como telón de fondo las referencias al pasado y los reproches sobre la actuación de ambos durante los últimos cuatro años. Así, Jáuregui arrancó recriminando al PP que no haya «ayudado para nada» al Gobierno en estos momentos tan difíciles, cuando, desde su punto de vista, hacía y sigue haciendo falta un acuerdo plural similar a los Pactos de la Moncloa para devolver a España a la senda del crecimiento.

Sin embargo, Gallardón rebatió estas acusaciones recordando que Mariano Rajoy tardó «cinco minutos» en apoyar la reforma de la Constitución que le planteó José Luis Rodríguez Zapatero y que, recalcó, no contaba con la aquiescencia del candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. También afeó a Jáuregui que se escude en el carácter internacional de la crisis y recordó que, a diferencia de otros países, España tiene «cinco millones de parados».

A VUELTAS CON EL 96

El alcalde de Madrid tildó de «preocupante y triste» la «resignación» que dijo apreciar en el discurso de Jáuregui. Y es que, en su opinión, el Gobierno no consigue arreglar la situación económica porque no se cree que sea posible hacerlo. «Se puede, pero hay que creérselo», le espetó, antes de recordar los logros económicos de los Gobiernos de José María Aznar, recalcando que el PP dejó «el diferencial de la deuda española a cero» en 2004.

Esto llevó a Jáuregui achacar a su interlocutor del PP una «mirada nostálgica de 1996», pero le recordó que la recetas de entonces no sirven para ahora, una idea en la que también incidió el cabeza de lista de IU por Asturias, Gaspar Llamazares.

En el marco de las propuestas, el representante ‘popular’ abogó por desarrollar la reforma de la Constitución, reducir el gasto público y asegurar la unidad de mercado, una idea esta última que rechazaron tanto Pere Macías, de CiU, como Josu Erkoreka, del PNV, que defendieron que no se invadan las competencias de autonómicas en materia, por ejemplo, de horarios comerciales.

Gallardón también se comprometió a seguir reestructurando el sistema financiero, introducir mecanismos no bancarios de financiación empresarial, modernizar el IRPF, no hacer cambios fiscales que como la subida del IVA «castiguen» a todos y una reforma laboral «eficaz».

EL DISCURSO ‘INDIGNADO’ DE LLAMAZARES

Llamazares, por su parte, centró la mayor parte de sus intervenciones en que los ajustes auspiciados por gobiernos del PSOE y del PP han puesto al país «al borde de la recesión» y no han frenado la destrucción de empleo y en asumir que los políticos pierden credibilidad porque la crisis la están pagando los que menos tienen mientras se mantienen los «privilegios» a los banqueros y se les da dinero.

«Ya esta bien, es hora de cambiar la política», ha reclamado, antes de precisar que las rentas más altas defraudan unos 60.000 millones y evaden impuestos por 150.000 millones de euros al año. También demandó un impulso público de la economía, un plan de emergencia para el empleo y avisó a Jáuregui de que «no se puede soplar y sorber al mismo tiempo», instándole a elegir entre el ajuste o el impulso económico.

El ministro se defendió replicando que «a la banca no se le ha dado un duro». Es más, señaló que el Estado está ganando dinero con lo que ha prestado a los bancos. Asimismo, defendió por «imprescindible» el saneamiento de las cajas para que haya crédito y reiteró que «el ajuste es necesario mientras el control de déficit sea una obligación del euro», aunque se mostró partidario de que el Banco Central Europeo pueda utilizar la política monetaria para estimular la economía, refiriéndose, sin citarlos a los eurobonos.

Be Sociable, Share!

Sorry, the comment form is closed at this time.