Jun 092011
 

El secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, ha insistido este jueves en que «otros aliados tienen que asumir más carga» en Libia y ha instado a los «grandes países» de la OTAN «que tienen las capacidades» para bombardear objetivos militares en tierra del régimen libio de Muamar Gadafi a aceptar «repartir la carga» y participar en estas operaciones, después de que ayer reclamara a puerta cerrada a España, Turquía y Países Bajos que participen en las mismas y a Polonia y Alemania que se sumen a la operación militar.

«La cuestión es lo doloroso que resulta si otros países que tienen las capacidades no aumentan. Si se llegó hasta el punto de citar a países específicos es porque son los países grandes que tienen capacidad militar en la actualidad» para contribuir a los ataques en Libia, ha explicado Gates en rueda de prensa al término de la segunda jornada de la reunión de ministros de Defensa de la OTAN en Bruselas.

Aunque Gates ha evitado señalar a países concretos en rueda de prensa, fuentes aliadas han confirmado este jueves que ayer citó expresamente en la reunión a España, Países Bajos y Turquía, entre los países que desearía que contribuyeran a las operaciones de bombardeo. Otras fuentes han confirmado que Gates también reclamó a Polonia y a Alemania que participarán en la operación militar en Libia.

«Aquellos que están asumiendo el grueso de la carga de los ataques están cada vez más presionados», ha advertido el estadounidense, que ha confiado en que «habrá ayuda adicional» para la operación en Libia y que «serán capaces de sostenerla» tras el acuerdo alcanzado la semana pasada para ampliarla en 90 días, hasta finales de septiembre, una decisión que ratificaron ayer los ministros.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha dejado claro por su parte que no esperaba contribuciones concretas para Libia en esta reunión porque no era «una conferencia de generación de fuerzas» y se ha mostrado convencido de que habrá nuevas aportaciones tras recordar que «la última vez» que solicitó nuevas contribuciones, en la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Alianza celebrada a mediados de abril en Berlín, «los aliados cumplieron». Entonces, Italia aceptó sumarse a las operaciones de ataque.

Rasmussen ha apelado al «espíritu de solidaridad» entre aliados, algo «esencial» para la OTAN y ha apelado a «ver más de cerca la posibilidad de aumentar su apoyo» para la misión y «flexibilizar la utilización» de los medios militares que aportan sobre el terreno. «Al final del día es una decisión nacional», ha recalcado.

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