La selección de Inglaterra cosechó una derrota este miércoles ante Holanda (2-3), en un encuentro amistoso donde todo sucedió en la segunda mitad, en la que los holandeses pusieron tierra de por medio para dejarse empatar en los últimos minutos, sin embargo, en el último suspiro apareció Robben para llevarse la victoria en el debut de Stuart Pearce como seleccionador inglés.
La primera mitad fue prácticamente mero trámite, sin a penas ocasiones claras para abrir el marcador. Tan solo lo intentó Robben en el minuto 14, pero Hart despejó el peligro. Fue la única ocasión de los primeros 45 minutos, que pasaron sin pena ni gloria y que fueron el preámbulo a la gran segunda parte.
Tras el descanso todo cambió en Wembley. A los cuatro minutos Sturridge ya hizo más que en toda la primera parte y probó a Stekelenburg. Pronto reaccionarían los tulipanes y en el minuto 56 Robben ponía el primer tanto tras una gran galopada.
Sin tiempo para reaccionar, los de Stuart Pearce encajaron el segundo gol, tan solo dos minutos después y obra de Huntelaar de cabeza tras aprovechar un gran pase de Kuyt. En este gol el propio Huntelaar y el inglés Smalling sufrieron un duro golpe que les obligó a retirarse del terreno de juego.
Los ingleses se lanzaron a buscar el empate a la desesperada y consiguieron recortar distancias en el minuto 85, obra de Cahill en posición de fuera de juego que no decidió señalar el colegiado alemán Felix Brych. En la recta final Inglaterra tuvo otro revés con la lesión de Sturridge, pero 'in extremis' consiguieron empatar en el minuto 91 cuando Young aprovechó un fallo en la marca del combinado holandés.
Cuando todo hacía indicar que con el empate se llegaría al final apareció de nuevo Robben. El jugador de Bayern de Múnich ya en el tiempo añadido sacó su magia a relucir y tras pararse dentro del área cruzó el balón lejos de Hart. Un gol que le dio la victoria a los subcampeones del mundo y que dejó helada a la grada de Wembley.