La vuelta de la semifinal de Copa del Rey entre el Rayo Vallecano y Betis de este año dejó imágenes en la previa que quedarán marcadas para siempre en la historia del fútbol.
Un video captó al capitán del equipo, Joaquín, dirigiéndose a sus compañeros en el vestuario antes de saltar al campo en lo que era el partido más importante de los últimos años para el club.
Joaquín hizo referencia al sentimiento bético, al sentir de los aficionados, al sacrificio de pasar tantos años esperando llegar a una final y al hambre de gloria de uno de los equipos con más seguidores de España. El mensaje de Joaquín fue tan sincero y puro porque hablaba de sensaciones propias. De las de un jugador que desde los 15 años viste la camiseta verdiblanca del Betis y que, con casi 41, sigue al pie del cañón liderando a su equipo de toda la vida.
Pero la dimensión de Joaquín no se limita a un ámbito emocional, sino que también a nivel deportivo elevó el nivel del Betis como no se veía desde hace mucho tiempo. Un buen indicador del nivel de un equipo son los pronósticos de las casas de apuestas que elaboran a partir del Big Data un análisis completo de los equipos para determinar sus opciones de victoria. Estos servicios, que se suman a los consejos de apuestas o a las ofertas de bonos sin depósito, que son incentivos para que se pueden realizar pronósticos sin necesidad de realizar un desembolso previo, permiten categorizar a cada equipo según sus opciones de ser campeón o de clasificar a Champions League en su torneo local.
Desde que Joaquín regresó en 2015 al Real Betis, el club logró consolidarse en Primera División después de varias temporadas en Segunda; consiguieron clasificarse para competiciones europeas después de 4 años, llegando hasta instancias decisivas. Compitieron de igual a igual contra los colosos de La Liga como el Real Madrid y Barcelona, y este año cerraron con broche de oro tras la consecución de la Copa del Rey.
17 años después de la última final del Betis, cuando Joaquín con el número 17 a la espalda y con 23 años lograba el título de Copa del Rey, se repetiría la historia con el mismo dorsal a la espalda, pero con una mochila de vida 17 veces más grande también.
Esta mochila empezó su camino a los 19 años, cuando Joaquín debutó con el primer equipo del Real Betis en Segunda División. Subirían a Primera División la temporada siguiente, donde el entonces joven extremo se luciría con goles frente al Real Madrid, Barcelona y el Sevilla, el eterno rival de ciudad.
Joaquín causaba sensación desde sus inicios, mostrando gran habilidad por la banda, con un juego caracterizado por grandes fintas y una velocidad endiablada que lo hacían un dolor de cabeza para cualquier defensa.
El Betis tomaría además un paso adelante en la temporada 2004-2005 con la contratación de Lorenzo Serra Ferrer como entrenador del club. Sería un año histórico para el club que, además del talento de Joaquín en la banda, contaba con jugadores del renombre y calidad como Juanito y los brasileros Marcos Assunção y Roberto Oliveira.
La clasificación a Champions League se aseguraría con el cuarto puesto en Liga con actuaciones excelsas de Joaquín, que entre sus momentos más recordados de esa temporada están los goles frente al Atlético de Madrid y un doblete contra el Barcelona, que terminarían siendo campeones ese año.
Fue también el año de la final de Copa del Rey que ganarían frente al Osasuna en el estadio Vicente Calderón con un gol de Dani en el tiempo extra, con una recordada celebración de Joaquín en el campo agitando una capa de torero.
Ese mismo verano, Joaquín contraería matrimonio con su pareja de adolescencia, Susana Saborido, en un acto en el que la Copa del Rey lucía en un pedestal en la Iglesia de la Virgen de los Milagros.
Para entonces, Joaquín era toda una estrella en el fútbol español y, después de una temporada turbulenta en la que el Betis se vio en una lucha por la permanencia, Joaquín deseaba probarse en el más alto nivel del fútbol europeo.
Estuvo muy cerca de ir al Real Madrid, pero Florentino Pérez no estaba dispuesto a aceptar las condiciones del Betis. El Chelsea de José Mourinho y el Liverpool también mantuvieron charlas con el jugador, pero finalmente fue el Valencia, entonces campeón de La Liga por duplicado en poco tiempo y dos veces finalista de la Champions League, el que terminó por seducir al andaluz.
Ahí empezaría un largo viaje lejos de su cuna futbolística. El Valencia comenzó a desinflarse con la llegada de Joaquín, y pese a haber ganado la Copa del Rey en 2008 con el conjunto ‘Che’, se uniría a la plantilla del Málaga en 201, con la que conseguiría una histórica clasificación a cuartos de final en la Champions de 2013.
Ese mismo año recalaría en la Fiorentina, en donde lograría una semifinal de Europa League además de una semifinal de Copa Italia.
Y pese a ser titular allá donde fue, Joaquín nunca se quitaba de la cabeza la idea de volver al Real Betis. Quería incluso regresar apenas meses después de recalar en el Valencia, pero el club entró en años turbulentos con problemas para su presidente, Manuel Ruiz de Lopera, y el equipo dando tumbos en Segunda División.
No fue hasta 2015 cuando, con el equipo en Primera, una nueva presidencia y después de arduas negociaciones con la Fiorentina, Joaquín pudo finalmente cerrar su vuelta al estadio Benito Villamarín. Tuvo incluso que rebajarse el salario para que el club de sus amores pueda contratarlo.
Y vaya que valió la pena.
Pese a momentos complicados en sus primeras temporadas, lo que Joaquín consiguió en su segunda etapa en el club valió todos los esfuerzos por regresar.
Consiguió salvar a su equipo del descenso en su primera temporada y poco a poco el equipo fue ascendiendo primero de la mano de Quique Setién, y luego con el chileno Manuel Pellegrini, que consolidó un equipo alrededor de la figura carismática de Joaquín para alzarse con la Copa del Rey conseguida en la temporada 2021 – 2022.
Después de 17 años, el dorsal 17 histórico del Betis pudo volver a alzar un título con su club. Para dejar su nombre e inmortalidad para siempre en los anales del fútbol español.